Ponen en marcha un servicio temporal para acoger y escuchar a aquellas personas que los enviados del papa Francisco no han podido atender personalmente durante sus misiones en Chile.Con media hora de retraso comenzó la última conferencia de prensa de Monseñor Charles Scicluna y Monseñor Jordi Bertomeu en los jardines de las Obras Misionales Pontificias para dar a conocer su balance de la Misión pastoral Osorno que comenzó hace una semana.
“Nos han pedido que la Iglesia avance en caminos de verdad, justicia y reparación. Es también lo que nos pide el Santo Padre. Por ello reitero que la invitación a reconocer y admitir la verdad completa, con todas sus dolorosas repercusiones y consecuencias, es el punto de partida para una curación auténtica, tanto de la víctima como del autor de los abusos”, dijo Monseñor Scicluna en el encuentro con la prensa.
“Investigar es un deber de justicia, necesitamos hacer justicia con las víctimas por el bien del país y también de la Iglesia. Junto con ello hemos señalado que la acogida de las víctimas denunciantes de abusos debe ser un principio rector en los procesos eclesiásticos”, añadió el enviado papal.
Durante los días de esta misión, los dos envidos del Santo Padre sostuvieron reuniones de escucha con más de 90 personas víctimas o testigos de algún tipo de abuso realizado por algún clérigo. En la ciudad de Osorno, punto central del viaje, sostuvieron encuentros con diversas comunidades de la diócesis como sacerdotes, diáconos, consagradas y con las distintas comunidades parroquiales.
Hasta el sábado recién pasado todavía existía la duda si a la misa del día domingo, denominada de reconciliación e hito central de la visita, asistiese toda la comunidad, era un hecho que el nombramiento de monseñor Barros como obispo de Osorno había provocado una división en la diócesis.
El domingo, día de la misa por la reconciliación, la Catedral de San Mateo de Osorno estaba absolutamente colmada de laicos de uno y otro lado. La Eucaristía comenzó con monseñor Bertomeu, monseñor Concha (administrador apostólico de la diócesis de Osorno) y monseñor Scicluna, de rodillas y este último diciendo: “El Papa Francisco me ha encargado pedir perdón a cada uno de los fieles de la diócesis de Osorno y a todos los habitantes de este territorio, por haberles herido y ofendido profundamente. Tú que eres nuestro Pastor resucitado, Señor, ten piedad”.
Una vez finalizada la Eucaristía y dando por terminada la visita, el obispo de Malta comentó: “Para monseñor Jordi Bertomeu y para mí fue una experiencia profunda de Dios el encontrar tantas comunidades parroquiales, tantas personas que han tenido la generosidad de compartir con nosotros sus heridas, experiencias dolorosas, así como también sus esperanzas y amor por la Iglesia en Osorno”.
Este martes en la conferencia de prensa, Scicluna confirmó que se iniciaba un “servicio de escucha” de manera temporal. Esto ería encabezado por laicos integrantes del Consejo Nacional de Prevención de Abusos y Acompañamiento a las víctimas. Este servicio es el encargado de acoger y escuchar a aquellas personas que él y Bertomeu no han podido atender personalmente durante sus misiones en Chile.
Así termina esta segunda misión especial enviada por el Papa Francisco a Chile, en una semana se acogieron tres renuncias de obispos y se nombraron tres administradores apostólicos, se comenzaron a conocer las investigaciones canónicas a clérigos de distintas diócesis por casos de abuso; de esta manera la iglesia en Chile comienza un camino de no retorno “a la cultura de encubrimiento y de abusos” como lo expresó el Santo Padre.