El país sudamericano registró la tasa de homicidios más alta de su historia Clima de guerra. La ola de violencia no cesa en Río de Janeiro, una de las ciudades más emblemáticas de Brasil. Recientemente, se llevó a cabo un fuerte operativo con más de 5.000 hombres que dejó al menos un muerto y 13 heridos, según reportan agencias.
Sin embargo, a pesar de la situación actual de intervención militar y noticias continuas con respecto a combate al crimen organizado en medio de las favelas, esta ciudad no es la más peligrosa de Brasil.
En los últimos días fueron divulgados algunos datos del Atlas de la Violencia 2018 publicados por el Instituto de Investigación Económica Aplicada (IPEA) en el que se establece que por “primera vez en su historia Brasil supera la línea de 30 homicidios por cada 100.000 habitantes”.
Tomando como referencia el conteo de 10 años, entre 2006 y 2016, para la realización de este informe, estos datos corresponden a más de 60.000 homicidios en 2016, casi 30 veces más que el promedio en Europa en ese mismo año.
El estudio también de cuenta de la situación por estados, en donde se establece que la evolución de las tasas de homicidios fue bastante heterogénea entre 2006 y 2016. Por ejemplo, entre el norte y noreste se encuentran los estados con mayores tasas de homicidio. Es ahí donde se destaca Sergipe (64.7), seguido de otros como Alagoas (54.2) y Río Grande del Norte (53.4).
En el caso de Río de Janeiro, una de las localidades con mayor foco a la hora de tratar estos temas, se menciona que si bien las tasas de homicidios disminuían desde 2003, en 2012 esto se revirtió y hubo fuerte crecimiento de los índices. Lo contrario ha sucedido en San Pablo, donde se ha registrado una reducción sostenida de los homicidios desde el año 2000.
¿Y las víctimas?
En cuanto al perfil de las víctimas, la mayoría corresponde a jóvenes entre 15 a 19 años. En 2016 más de 30.000 jóvenes fueron asesinados, siendo casi en su totalidad (94.6%) hombres.
Al mismo tiempo, también se hace énfasis en lo racial y la desigualdad. Del total de las personas asesinadas en 2016, más del 70% eran negras o pardas (mestizas). De todos modos, los datos también dan cuenta que el asesinato de mujeres aumentó 6.4% entre 2006 y 2016.
Esta situación –a pesar de que en otros países del continente es superior como Venezuela, Honduras o El Salvador- una vez más hace reflexionar sobre el valor de la vida en Brasil, un país que siempre se caracterizó por la alegría de su gente y por ser un lugar colmado de bendiciones en cuanto a sus bellezas naturales.
Ojalá esta pregunta que interpela hoy a Brasil tenga en el corto plazo una respuesta para que las tasas de muertes y homicidios puedan bajar. Urge la acción para revertir esta situación. Brasil lo necesita, América Latina también.
Con información en base a IPEA
Ver datos completos aquí