El pontificado del Papa Francisco está sirviendo para superar este antiguo debate entre cristianos de izquierdas y de derechas. Y el documento preparatorio del Sínodo de la Amazonia constituye una oportunidad única, como lo demuestran algunas de sus frases más simbólicas.En las últimas décadas ha sido común asistir a un típico debate entre católicos o cristianos en general: por una parte, cristianos con una sensibilidad progresista presentaban la ecología como mensaje central del Evangelio o de su actuación.
Por otra, cristianos conservadores les reprochaban la renuncia al anuncio de la Persona de Cristo como salvador, gran riqueza del cristiano, dejando en el trastero de los recuerdos la evangelización.
El pontificado del Papa Francisco, siguiendo la estela de Benedecto XVI (un Papa sumamente comprometido con la defensa de la creación), está sirviendo para mostrar que este debate es totalmente ficticio.
Un paso decisivo fue la publicación de la encíclica “Laudato si’”, otro lo constituye ahora el futuro Sínodo de la Amazonía, cuyo documento preparatorio ha hecho público el Vaticano este 8 de junio: “Amazonía: Nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral”.
¿Por qué se ha extendido tanto el artificial debate entre los cristianos favorables a la ecología y los contrarios?
Muchos cristianos nos hemos dejado condicionar por las categorías políticas: los así llamados “cristianos de izquierdas”, como sus homólogos políticos, abrazaron con convicción la ecología, pero con frecuencia renunciaron a la evangelización, confundiéndola con proselitismo.
Por otra parte, “cristianos de derechas” veían en la ecología la excusa ideológica de una supuesta izquierda que quería corromper la mente de los creyentes hasta hacer del cristianismo una religión inmanentista. Todo lo que era ecología se veía como ideología peligrosa.
Si resumimos en tres palabras el documento preparatorio del Sínodo de la Amazonia, que se celebrará en octubre de 2019 en el Vaticano, podríamos decir que se trata de un llamamiento a una “conversión pastoral y ecológica”.
Presentamos siete frases de este texto en las que todo cristiano puede encontrar inspiración para comprender la riqueza y belleza de una auténtica ecología cristiana.