No es fácil reunir a la familia rota de un niño, pero hay unos criterios que ayudan a lograr que sea su día más especial
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En los últimos años de su vida, alguien preguntó a Napoleón cuál había sido su día más feliz. Sin dudarlo, el que había llegado a ser Emperador de Francia respondió que el día más dichoso había sido el de su Primera Comunión.
Para muchos niños y niñas, la Primera Comunión es una fecha especialísima en el calendario. Y sus familias están muy pendientes de lograr que sea un día inolvidable.
Sin embargo, ¿cómo conseguirlo cuando los padres del niño o la niña están separados o divorciados? Está claro que lo ideal es una familia unida, pero ¡cuántas familias hay en las que, por las razones que sean, a veces dolorosas, esto no es posible!
No es fácil, pero no es imposible. Es un día cargado de emociones y de recuerdos, pero hay que saber encauzarlos para que prime el amor al hijo. Veamos algunos tips para lograrlo:
1. Lo más importante del día de la Primera Comunión es que el niño recibirá el sacramento de la Eucaristía. No son los regalos ni las palabras ni el banquete ni el vestido.
2. Aunque los padres hayan puesto fin a su convivencia, ambos siguen teniendo una misión en común: ser padres. Y eso les une en este aspecto. Recordar eso les hará pasar por encima de cuestiones personales y actuar en favor del hijo o hija.
3. Eso implica responsabilidad (también económica) por ambas partes: vestido, arreglos florales de la iglesia… También paciencia, morderse la lengua si hace falta, preparar a los familiares de ambas partes para que ninguno utilice ese día como jornada de batalla…
4. La misión de ser padres implica que deben dialogar sobre la Primera Comunión porque es algo trascendental en el hijo o hija. Hay que hablar de los tres pasos: 1) la catequesis previa (quién lo acompaña); 2) la celebración de la Primera Comunión; y 3) los medios para que el niño o niña cumpla con sus obligaciones como católico a partir de entonces (ir a misa los domingos, por ejemplo).
5. En cuanto a la celebración, en la iglesia los importantes serán el niño que celebra la Comunión, papá y mamá, así como los padrinos de Bautismo del pequeño. Los padrinos también intervendrán en alguna de las partes de la Liturgia.
6. Para que no haya conflicto de quién se sienta más cerca del niño o en primera fila en la iglesia, es mejor que papá y mamá lo hablen con tiempo suficiente. A veces no es fácil aceptar una decisión que deja fuera a una pareja posterior, por ejemplo.
7. Se trata de que nadie quede herido, pero al mismo tiempo, en caso de duda, hay que aplicar un criterio de justicia auténtica.
8. Los hijos de padres separados o divorciados -tanto si están en custodia compartida como si solo uno de los padres ha asumido por completo su educación- sufren el dolor de una familia rota, por lo que hay que procurar que el día de la Primera Comunión sea una experiencia positiva: el día en que papá y mamá hicieron todo lo que estuvo en sus manos por demostrar que me querían de verdad a pesar de que ellos ya no se quieren.
9. Por lo tanto, la Primera Comunión del hijo o hija no ha de ser nunca una ocasión para mostrar revancha ante el otro, o para recordarle lo que hizo mal con anterioridad (antes de la separación o del divorcio) o para herirle mostrándole cómo se triunfa en una nueva vida (con una novia más joven o con un segundo marido más rico…).
No es el momento y hay que tener en cuenta que los niños captan cualquier detalle mucho antes que los mayores.
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10. En cuanto al banquete o fiesta posterior, es cierto que implicará unos gastos y por lo tanto papá y mamá deberán ponerse también de acuerdo acerca de cuánto aporta cada uno, qué invitados acuden y qué protagonismo tendrá cada uno de ellos.
11. Hay que coordinar viajes y alojamiento de familiares, tal vez, porque es posible que en casa no quepan todos.
12. La mejor solución es una buena conversación. A veces es mejor que haya dos celebraciones por separado. Otras, que haya una sola celebración con horarios en que algunos invitados no coincidan (si han de generar conflicto con la otra parte de la familia).
13. Recuerda que el niño o niña no tiene por qué estar informado de todos los preparativos y menos de las cuestiones difíciles. Hay cuestiones que papá y mamá deben hablar cuando él no esté presente, si es necesario en presencia de un mediador.
14. Nunca se debe hacer chantaje emocional a un niño con regalos o manipulando las acciones de papá o mamá.
15. Un buen propósito entre los padres es tratar de que la fiesta de la Primera Comunión sea el mejor día en la vida del hijo y convencerse de que la mejor manera de lograrlo es poniéndose de acuerdo en todo.
16. Si al preparar la celebración de la Primera Comunión, creen que se avecina una tarea ardua y problemática, recuerden el sentido de todo lo que quieren hacer por su hijo:
“Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios” (Lc 18,27).