El Vaticano contra el dopaje en el deporte y pide apoyar el fair play

“Para combatir los peligros del doping físico y mecánico y para apoyar el fair play en las competiciones deportivas, no es suficiente con apelar solamente a la moral y la ética de los atletas. El problema del doping no puede ser individualizado, sin importar la culpa que tiene dicha persona. Existe un problema mucho más grande”, se lee un documento lanzado este viernes 1 de junio de 2018  en el Vaticano.

“Dar lo mejor de uno mismo”, es el título de este nuevo documento redactado por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida; presentado en la Oficina de Prensa de la Santa Sede y apoyado por el papa Francisco a través de una carta.

El dicasterio vaticano explicó que es “responsabilidad de las organizaciones internacionales crear reglas efectivas y condiciones básicas a nivel institucional que respalden y recompensen a los atletas individualmente por su responsabilidad”.

Asimismo, se exhortó a las organizaciones a que “reduzcan cualquier incentivo para recurrir al dopaje. En el mundo globalizado del deporte, se necesitan esfuerzos coordinados y efectivos. Otros agentes que ejercen una influencia significativa en el deporte en la actualidad, como los medios de comunicación y los estamentos políticos y financieros, deben estar igualmente involucrados”.

Se trata del primer documento sobre la relación del deporte y la fe, y que consta de cinco capítulos para “entender la relación entre dar lo mejor de uno mismo en el deporte y en la vida.

El Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida entregó a la comunidad deportiva un documento útil para “construir un deporte humano y cada vez más auténtico”.

Según el Vaticano, el documento se centra en el deporte, como actividad que ayuda al ser humano, con “un bagaje de virtudes y buenas cualidades que le permitan elevarse y no caer nunca en los peligros que pueden acechar” la vida.

“Hacerlo lo mejor posible”, es la citación del papa Francisco y una invitación sobre todo a los jóvenes a “no conformarse con un empate” en la vida.

“El deporte se asienta en este valor del esfuerzo, del sacrificio, en la idea de superar el propio límite trabajando duro, sin trampas, persiguiendo la victoria – pero no a toda costa – y, al mismo tiempo, aprendiendo a gestionar la derrota sin dejarse abatir”.