Sucedió en Nueva York: Aun hoy, en el corazón de Manhattan, Dios llama y los hombres responden
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Mientras el sol se levantaba lentamente en Manhattan enviando sus rayos a los pasillos oscuros entre los rascacielos, una escena familiar se desarrollaba ante las enormes puertas de la Catedral de San Patricio en la Quinta Avenida. Decenas de personas, vestidas con sus mejores galas, corrieron por la acera con ojos sonrientes y risas tensas, intercambiando abrazos y cálidas palabras de bienvenida mientras se dirigían a la “iglesia parroquial de Estados Unidos”.
El día es sábado, 26 de mayo de 2018. Y en este día, delante de padres y abuelos, hermanos y hermanas, amigos y familiares, nueve hombres consagrarían sus vidas al servicio del Evangelio para ser ordenados como sacerdotes católicos romanos.
“Solo quiero una foto mía revistiendo a mi hermano …” dijo Innocent Montgomery C.F.R. momentos antes de que la procesión comenzara. El padre Inocencio estaba hablando de su hermano gemelo, Angelus Immaculata Montgomery C.F.R., quien estaba entre los que iban a ser ordenados. Los hermanos gemelos pronto serían dos sacerdotes gemelos.
Quizás es que en este mundo roto y herido, en el corazón de Manhattan, Dios todavía llama y la gente todavía responde. Y a pesar de todo lo que el mundo podría tentar, hay quienes, cooperando con la gracia, sirven humildemente como Cristo hace 2.000. Así que, quizás lo que hace que esta ordenación sea extraordinaria es que es una ordenación y, de hecho, cada ordenación es extraordinaria.
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