Es necesario cultivar el talento tanto en la familia como en el sistema escolar
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En deportes de masas como el fútbol, está muy aceptado que el talento de los niños debe cuidarse. No vaya a ser que tengamos un Messi en potencia que nos saque de pobres, musitan y calibran algunos padres. Si es necesario se adapta la familia e incluso el sistema escolar. Los grandes clubes pueden dedicar grandes recursos económicos para crear escuelas y adaptar el sistema educativo de forma que puedan compatibilizar el fútbol y los estudios.
Pero cuando no se trata de fútbol y lo que muestra el niño es un talento especial para las Matemáticas o el Arte, entonces ¿qué hacemos? Generalmente, la obsesión de uniformidad del sistema educativo impone barreras que dificultan e imposibilitan que el talento consiga brillar. Además, socialmente sigue sonando raro y persiste la idea de que un niño con Altas Capacidades Intelectuales simplemente no precisa ayuda, ni adaptación, ni esfuerzo. ni ejemplo. Se asume que tiene suerte de no precisar nada en la escuela. Es tan absurdo como como si a un jugador de fútbol le dieran una palmadita en la espalda en lugar de una oportunidad.
Lo triste es que muchas veces no es un problema de legislación si no de voluntad política del ejecutivo. En España, la Ley de Educación, la LOMCE, dispone de suficiente previsión normativa para tratar la diversidad de las altas capacidades pero los gobiernos no suelen llevarla a la práctica. Y así la uniformidad del sistema educativo tiende a la mediocridad condenando al hastío a quienes destacan. Como mucho, tras la repetitiva jornada escolar, se les “premia” alargando el tiempo lectivo mientras que sus amigos disfrutan lejos de la maldición de las Altas Capacidades.
Nuestro sistema educativo, capaz de detectar estas necesidades, tiende a adaptar el alumno a su rigidez en lugar de adaptarse a las necesidades del estudiante. ¿Y si todo este potencial bien cuidado permitiera en un futuro próximo descubrir curas de enfermedades, o nuevas formas de almacenamiento de energía o mejorar el conocimiento de nuestro cuerpo humano o desarrollar teorías de organización económica que facilitara equilibrios óptimos y mejores negociaciones? ¿No sería esto más importante que marcar un gol espectacular?
Por eso, en mayo unas 40 asociaciones sobre Altas Capacidades han coordinado la campaña a nivel estatal con el hashtag #EnHorarioEscolar (que pueden consultar en redes sociales) para reivindicar algo tan simple y necesario: que la atención a la diversidad sea en horario de clase y que se aplique la ley. Tal vez con esos pequeños pasos comencemos a darnos cuenta de que los talentos que se nos han dado debemos cultivarlos.
