El Pontífice ha recibido a los miembros de la Federación Internacional de Asociaciones Médicas Católicas (FIAMC)
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El Papa Francisco animó a los médicos católicos a seguir trabajando en favor del paciente y su dignidad con sus derechos inalienables, sobre todo el derecho a la vida. Lo hizo en la audiencia a los miembros de la Federación Internacional de Asociaciones Médicas Católicas (FIAMC), a quienes recibió en la Sala de los Papas del Vaticano este 28 de mayo de 2018.
“La defensa de la dimensión personal del enfermo es esencial para la humanización de la medicina, incluso en sentido de la ecología humana. Por ello, que sea vuestro compromiso en sus respectivos países… y a nivel internacional, cuidar este aspecto, interviniendo en ambientes especializados, pero también en las discusiones que se refieren a las legislaciones sobre temas éticos sensibles, como por ejemplo la interrupción del embarazo, el final de la vida y la medicina genética”, sostuvo.
Gestos y profesionalidad
Formase siempre y ser misioneros
El Papa subrayó el calificativo de “médicos católicos” que “los compromete a una permanente formación espiritual, moral y bioética con el fin de poner en acto los principios evangélicos en la práctica médica, partiendo de la relación médico-paciente hasta llegar a la actividad misionera para mejorar las condiciones de salud de las poblaciones en las periferias del mundo”.
“Su obra es una forma peculiar de solidaridad humana y de testimonio cristiano; su trabajo, de hecho, esta enriquecido por el espíritu de fe”, añadió.
Colaborar con otras religiones por la vida
El Papa sostuvo que la identidad católica no impide la colaboración con aquellos que tienen una perspectiva religiosa diferente o no tienen un credo específico. Explicó que lo importante es el reconocimiento de la dignidad de la persona humana como criterio de la actividad médica.
“La Iglesia está a favor de la vida y su preocupación es que nada esté contra la vida en la realidad de una existencia concreta… Ser médico católico, es sentirse operadores sanitario que desde la fe y de la comunión con la Iglesia reciben el impulso para hacer siempre más madura la propia formación cristiana y profesional, incansable la propia dedicación, inagotable la necesidad de profundizar y conocer las leyes de la naturaleza para servir mejor la vida”.
No a la adoración del poder
Entretanto, el Papa destacó la fidelidad de las Asociaciones que forman parte de esta Federación, manteniendo la propia fisionomía de católicos, actuando el magisterio de la Iglesia y las directivas en campo médico-moral.
“Esta fidelidad requiere esfuerzos que, en particulares circunstancias, pueden exigir mucha valentía. Continúen con serenidad y determinación por este camino acompañando las intervenciones magisteriales en los ámbitos de la medicina con una mayor conciencia de sus implicaciones morales”.
Advirtió sobre los riesgos del paradigma cultural tecnocrático, de la adoración del poder humano sin límites y de un relativismo práctico, en el cual todo se hace irrelevante si no sirve a los propios intereses.
Médicos en la vida y en la misión de la Iglesia
Asimismo, recordó el próximo Congreso que organiza la Federación de Médicos Católicos en Zagreb, Croacia, Europa, sobre “Sanidad de la vida y profesión médica, de la Humanae vitae a la Laudato si”, del 30 de mayo al 2 de junio.
“Sean siempre conscientes de que hoy es necesario y urgente que la acción del médico católico se presente con carácter de inconfundible claridad en el plano del testimonio sea personal que asociativo”, dijo Francisco. Además señaló el signo de la participación concreta en la vida y en la misión de la Iglesia, citando el Concilio Vaticano II.