Una entrañable historia une al Papa Francisco con monseñor Pedro Barreto, arzobispo de Huancayo, en Perú, a quien acaba de designar CardenalEl padre Pedro Barreto, jesuita, había llegado a Buenos Aires para un retiro a Buenos Aires. Por esos años, en la década del 80, el superior provincial de los jesuitas de la Argentina era el padre Jorge Mario Bergoglio, a quien conoció en esa ocasión y a quien le contó que su madre Elvira había nacido en la Argentina y había vivido allí hasta los nueve años. Enterado de esto, el provincial argentino dedicó una mañana para recorrer con el jesuita peruano los lugares en los que había vivido su madre. Ninguno de los dos era aún, ni siquiera, obispo, y pasarían varios años para que así sea.
En 2013, tas la elección del Papa, Francisco alcanzó a identificar a monseñor Barreto entre varios prelados durante su visita a Brasil para la Jornada Mundial de la Juventud. Al verlo y saludarlo, lo señaló con el dedo y le dijo: “Pedro Barreto pórtate bien”, para la risa de él y de varios.
Actualmente, monseñor Barreto, próximo a cumplir los 75 años, es Arzobispo de Huancayo. En el Consejo Episcopal Latinoamericano fue Director del Departamento de Justicia y Paz. Su nombre cobró fuerte trascendencia al alzar la voz por las consecuencias ambientales que provocaba el complejo minero en La Oroya, una de las ciudades más contaminadas del mundo. Por alzarse contra intereses tan poderosos, recibió amenazas de muerte. Pero no le importó.
“Jesucristo me da la fuerza para seguir en esta batalla, y poco a poco avanzamos. Nosotros no estamos en contra de la minería, de la inversión; se trata de cambiar la forma de vida y tener una empresa que no agreda a la humanidad, sino que sea responsable y segura”, aseguró a la prensa por esos años. Valiente, le tocó enfrentarse a numerosos inclusos sacerdotes y obispos, que no entendían por qué su involucramiento tan intenso en la causa medioambiental.
La lucha de monseñor Barreto se dio años antes de la publicación de la Encíclica Laudato Si, que pone de manifiesto complejidades como las que enfrentó el obispo peruano en su país. Actualmente, se encuentra trabajando intensamente en el Sínodo Panamazónico. Es vicepresidente de la Red Eclesial Panamazónica, e integra el Comité pre-sinodal.