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El 25 de mayo, Irlanda irá a un nuevo referéndum sobre si se elimina o no el derecho a la vida de los no nacidos. La discusión está en si se echa para atrás la Octava Enmienda a la Constitución irlandesa o sigue vigente, prohibiendo el asesinato de niños en el lugar que debería ser el más seguro del mundo: el vientre de su madre.
¿Salvar o no salvar la Octava Enmienda?
La Octava Enmienda proviene de 1983, cuando, los defensores pro-vida, preocupados por el ambiente internacional que comenzaba a ser pro-aborto, convencieron al gobierno de celebrar un referéndum para insertar el derecho a la vida de los no nacidos en la Constitución, mismo que fue aprobado por un margen de 2-1.
Hoy, las tendencias podrían haber cambiado. Aunque no tanto como para anticipar un triunfo del “Sí” en la derogación de la Octava Enmienda. De hecho, las principales redes y medios sociales, YouTube y Google, el 9 de mayo pasado dijeron que ya no aceptarían anuncios de la campaña, a sabiendas que estos anuncios y mensajes podrían influir en el resultado del referéndum a favor del “No”.
Esto queda claro tras la reacción de los grupos a favor y en contra de la Octava Enmienda. Mientras que John McGuirk, director de comunicaciones de “Save the Eighth” (“Salva la Octava”), acusó a Google de tratar de «manipular» el referéndum, los principales grupos pro-aborto y del gobierno, que se ha comprometido a introducir el aborto a demanda si se modifica la Constitución, celebraron la decisión.
Una historia que viene de muchas presiones
La historia viene de atrás. En 1992, el Tribunal Supremo de Irlanda, en una decisión conocida como “El caso X”, estableció el derecho de las mujeres irlandesas a un aborto si la vida de una mujer embarazada estaba en riesgo debido al embarazo, incluido el riesgo de suicidio.
En 2010, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos consideró que Irlanda violaba la legislación europea al no proporcionar un procedimiento accesible y eficaz mediante el cual una mujer puede determinar si califica para un aborto de conformidad con la legislación irlandesa.
Para el año 2013, el gobierno irlandés aprobó la Ley de Protección de la Vida durante el Embarazo, que protege el aborto cuando se considere que exista un riesgo considerable para la vida de la madre, incluso cuando una mujer dice que la continuación del embarazo conduce a pensamientos suicidas.
La aceptación gubernamental
Finalmente, en 2017, el gobierno aceptó la recomendación de un comité parlamentario de celebrar un referéndum para eliminar el derecho a la vida de los no nacidos de la Constitución a fin de permitir el aborto.
La legislación propuesta, si se elimina la Octava Enmienda, permitirá el aborto “a la demanda” hasta 12 semanas; hasta 24 semanas “por motivos de ssalud» y hasta el nacimiento, cuando se diagnostique al niño una condición que limita su vida, lo que significa que puede no vivir mucho después del nacimiento.
Para los que persiguen el “No”, la postura de las redes sociales e Internet es un intento de bloquear la única plataforma disponible para la campaña. Como en muchos otros casos en los que se carece de apoyo gubernamental o de las grandes empresas comerciales, los grupos pro-vida tenían en la red una enorme posibilidad de ser escuchados.