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Tras admitir con humildad su error, el Papa abrazó a víctimas de abusos en Chile 

VICTIM

2005  : Una segunda carta de José Murillo se transmite a Ricardo Ezzati, entonces auxiliar de Santiago. La víctima es recibida por el prelado, que le pidió declarar ante el promotor de justicia, Escudero. 2006  : El sacerdote Escudero escucha a las otras dos víctimas, James Hamilton y Juan Carlos Cruz. Luego de haber presentado su informe al cardenal  Errázuriz , recomendando la apertura de un juicio canónico. En septiembre, el cardenal deroga al sacerdote Karadima toda función pastoral, sin hacer referencia a los casos de abuso. 2009  : El cardenal  Errázuriz  llama a un segundo promotor de justicia y envía el archivo a la Santa Sede.

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Ary Waldir Ramos Díaz - publicado el 30/04/18
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Reacciones y reflexiones de cara al encuentro con los obispos de Chile del 14 al 17 de mayo 2018 en el VaticanoErrar es humano, pero perseverar (en el error) es diabólico”, es una expresión que contrasta en positivo con los últimos gestos del papa Francisco: pedir perdón y abrazar a tres víctimas de abusos cometidos por el Clero en Chile este fin de semana (27-29 abril).

En este contexto, se enmarca también la carta enviada a los 34 obispos chilenos en la que denuncia falta de “información veraz y equilibrada” y les convoca a Roma (11.04.2018) para colaborar en “reparar” y “restablecer” la justicia.

  1. Abrazar el dolor y sentir ‘vergüenza’

No fue una reunión de marketing. Francisco ha cumplido este fin de semana un acto certero para “restablecer la confianza” de los fieles en Chile al recibir en la privacidad de su residencia en el Vaticano, en la Casa de Santa Marta, el pasado viernes a José Andrés Murillo (43 años), el sábado a James Hamilton (55 años) y el domingo a Juan Carlos Cruz (55 años).

El Papa escuchó por cerca de 7 horas las reivindicaciones, dolores y expectativas de las víctimas de los abusos (de poder, de conciencia y sexuales) de Fernando Karadima, el ex párroco de la influyente Iglesia ‘El Bosque’ en Santiago de Chile, condenado de por vida en 2011 por sus graves delitos.

Las víctimas denuncian desde hace años el encubrimiento de esos crímenes por parte de ‘hombres de confianza’ de Karadima y que hoy ocupan altos cargos eclesiales, como Juan Barros Madrid, Obispo de Osorno, Horacio Valenzuela, Obispo de Tala, Tomislav Koljatic, Obispo de Linares, y el obispo Andrés Arteaga.

Bergoglio confirmó su promesa, manifiesta en la misiva firmada el 8 de abril, de agradecer a Murillo, Hamilton y Cruz, y “pedirles perdón, compartir su dolor y su vergüenza por lo que han sufrido” y, sobre todo, cumplió con “escucharlos en todas aquellas sugerencias” para evitar “la repetición de semejantes hechos reprobables”.

Para la muestra están las reacciones prudentes y sentidas de los interesados en sus mensaje en Twitter:  “Más de dos horas y media duró mi reunión de hoy con el Papa. Estoy conmovido. Me escuchó con gran respeto, cariño y cercanía, como un padre. Profundizamos en muchos temas. Hoy tengo más esperanza en el futuro de nuestra Iglesia. A pesar de que la tarea es enorme”, escribió Juan Carlos Cruz Ch.

Por su parte, James Hamilton, escribió: “Terminada reunión con el Santo Padre , algo más de dos horas , sincera , acogedora y enormemente constructiva”.

Y José Andrés Murillo: “Hoy conversé 2 horas con el Papa. De manera muy respetuosa y franca le expresé la importancia de entender el abuso como un abuso de poder. De la necesidad de asumir la responsabilidad, el cuidado y no solo el perdón. También del postergado rol de la mujer y las comunidades”. 

  1. Salir de los “palacios de invierno”

Con este hecho, el Papa da prioridad a las víctimas de los abusos y pone un ejemplo a todos los obispos del mundo en la lucha contra la lacra de la pedofilia. Incluso, simbólicamente, la prioridad la tienen las víctimas que anteceden a los obispos chilenos convocados también a Roma por el Pontífice, así les informó en la carta que fue publicada 11 de abril de 2018, al estilo de la misiva de Benedicto XVI a los Obispos de Irlanda.

Escuchar a las víctimas como primer paso en una oración silente ante el dolor, para que el Espíritu guíe y no los “intereses personales” o “el orgullo herido”.

El Papa demuestra como romper el muro de negación en el que se erige ese “palacio de invierno” mencionado en su carta a los obispos chilenos y que se verá como llegará a tocar con sus escombros, implícitamente, al cardenal Ricardo Ezzati, miembro del C9, el grupo que asesora al Papa en la reforma de la Iglesia, al actual nuncio apostolico, Ivo Scapolo, el cardenal emérito Francisco Javier Errázuriz y el cardenal italiano, Angelo Sodano, nuncio apostólico en Chile (1977 a 1988).

Juan Pablo II y Benedicto XVI pidieron disculpas a la víctimas en nombre de la Iglesia. Sin embargo, Francisco lo hizo a titulo personal para carga junto a las víctimas el peso y vergüenza de su dolor.

Ahora, se verá que será del encuentro con los obispos de Chile a mitad de mayo (del 14 al 17 de mayo, según confirmó el arzobispo de Santiago, el cardenal Ezzati) en el Vaticano. Invitados por el Papa a ayudarle “restablecer” la confianza perdida debido a los “errores y pecados” cometidos y para sanar las “heridas de la sociedad chilena”.

  1. Discernimiento y no justicialismo

En este sentido, el Pontífice valora el tema desde el discernimiento y no desde el justicialismo. Es decir, se trata de una operación de transparencia, claridad y búsqueda de la verdad para ir al centro del problema. Pues, destituir al Obispo Barros, alejar o amonestar a otros jerarcas implicados es sólo la punta del iceberg.

Discernimiento que tiene una base sólida en los 2300 folios y 64 testimonios recolectados entre New York y Santiago de Chile; presentes en el acta de la misión especial cumplida en febrero por el obispo maltés, Charles J. Scicluna y el sacerdote Jordi Bertomeu Farnós oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

Cuando el Papa emitirá una valoración de sus conclusiones (considerando la valoración jurídica, pastoral, sinodal considerando la implicación de los obispos chilenos y el factor humano al escuchar a las  víctimas) lo hará con conocimiento de causa.

Francisco se propone de poner punto final al arrastre mediático del caso Barros y salir de su “equivocación”, al haber defendido al obispo de Osorno en su viaje a Chile gracias a “equivocaciones de valoración y percepción de la situación, especialmente por falta de información, veraz y equilibrada”. Esta vez, se propone traducir en hechos concretos este proceso de reflexión y cura de esas heridas aún abiertas.

James Hamiltón apuntó en una entrevista al servicio de información alemana (DW) que aún hay mucho camino que hacer en la reparación de las victimas, pues algunas de ellas llegaron hasta el suicidio. El desafío no es la salida de Barros, sino la “selección de los aspirantes sacerdotes” con perfiles psicológicos fuertes, célibes y plenos en el servicio. Además de la vigilancia y de establecer sanciones y la entrega a la justicia.

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