El día 6 de abril pasado, el Grupo de Lima dejaba conocer este breve comunicado:
“Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Honduras, Guatemala, México, Paraguay y Perú, manifiestan su apoyo a la República de Panamá tras las medidas adoptadas por la República Bolivariana de Venezuela en contra de autoridades y empresas panameñas, como represalia a un listado de personas venezolanas de alto riesgo publicada por Panamá en días pasados.
Lamentan que el gobierno venezolano, en lugar de contribuir con los esfuerzos de la comunidad global para defender la democracia y los derechos humanos así como proteger los sistemas financieros internacionales, continúe con la ruptura del orden constitucional y las normas internacionales, adoptando medidas que van en detrimento de los países de la región y sus ciudadanos, con una lista que carece de sustento y de marco jurídico. Asimismo, rechazamos que dichas medidas limiten la conectividad de la región y dificulten el traslado de miles de venezolanos y latinoamericanos que utilizan Panamá como hub aéreo.
Reiteran su llamado al Gobierno de Venezuela para comprometerse en la búsqueda de una solución a la crisis política, económica, social y humanitaria en ese país que afecta a sus ciudadanos y a todos los países de la región”.
Como se sabe, el Grupo de Lima está integrado por un total de 12 países, Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Honduras, Guatemala, México, Paraguay y Perú, y Panamá. Sin lugar a dudas, sobre la reunión que comienza a mediados de semana en Perú, el asunto Venezuela gravitará de forma decisiva sobre esa cumbre.
La crisis humanitaria por la cual atraviesa el país ha hecho exclamar a Monseñor Mario Moronta, obispo del fronterizo estado Táchira: “Dios que toque el corazón de quienes tienen que tomar decisiones por el bien del pueblo venezolano”. Y denunció: “Los sacerdotes somos pueblo y sufrimos los mismos dolores del pueblo”. El Obispo de San Cristóbal trajo a colación el ejemplo del padre José Luis Jaimes, fallecido hace pocos días, quien durante el padecimiento de su enfermedad crónica no conseguía en Venezuela los medicamentos ni la atención médica adecuada. Terminó con un duro señalamiento: “Si Venezuela no viviera esta crisis, el padre José Luis no hubiera muerto en este momento. Él sufrió la misma situación que están viviendo tantas personas del pueblo venezolano. Hay quienes quieren ocultar la realidad, pero ustedes son testigos de cómo un sacerdote es víctima de un mal sistema de gobierno”, expresó el obispo durante la ceremonia de exequias.
Los venezolanos en Perú, reunidos en la organización Unión Venezolana, convocaron este domingo a una marcha el próximo jueves en Lima para pedir a los mandatarios que acudirán a la VIII Cumbre de las Américas un canal humanitario que permita el envío de alimentos y medicinas a Venezuela.
El muy activo exdiputado venezolano Oscar Pérez –exiliado en Perú- explicó en rueda de prensa que el día 12 se concentrarán en el Palacio de Justicia para dirigirse a la plaza San Martín, en el centro histórico de Lima. Informó que allí van pedir “que se impulse el canal humanitario que permita el pronto envío de medicinas y alimentos para evitar que tantas personas mueran de hambre en Venezuela”.
La movilización, que también expresará su rechazo al presidente Nicolás Maduro, se realizará un día antes del inicio de la octava Cumbre de las Américas en Lima, a la cual acudirán 31 delegaciones de la región encabezadas por 21 jefes de gobierno y otras autoridades. Pérez aseguró que durante sus encuentros y movilizaciones contra Maduro no van a generar “situaciones que vayan a enturbiar” la cumbre en Lima.
El canciller peruano, Néstor Popolizio, informó que los mandatarios abordarán la crisis política y humanitaria en Venezuela en los encuentros privados que sostendrán durante la cumbre y definir algunos acuerdos al respecto. El ministro reiteró que la invitación a Maduro a la VIII Cumbre de las Américas fue retirada por decisión del Grupo de Lima, después de que el gobierno venezolano rompiera el diálogo con la oposición en el país y decidiera adelantar las elecciones presidenciales.
Ya Maduro, quien en su momento aseguró que llegaría a la cumbre “por aire, tierra o mar”, ha entrado en otra onda al declarar hace pocas horas que “no es su prioridad” viajar a Lima, cambio de postura y actitud que ha hecho pensar a no pocos analistas sobre el temor del gobierno venezolano de una acción judicial contra el presidente venezolano, una vez fuera del territorio de su país.
Los presidentes de Brasil, Michel Temer, y de Bolivia, Evo Morales, confirmaron su asistencia a la cumbre que se realizará en Lima los próximos 13 y 14 de abril, con lo cual suman 21 mandatarios presentes en la cita, según declaraciones de Popolizio.
Explicó que la octava Cumbre de las Américas se centrará en el debate de la gobernabilidad democrática para hacer frente a la corrupción con el objetivo de que se tomen acciones para hacerle frente mediante la cooperación internacional.
El tema de la corrupción, que tanto impacta en la gobernabilidad, es álgido pero pertinente: permanece como el resorte de la caída de tanto gobierno reciente en Latinoamérica, que ha visto dimisión presidencial tras dimisión, cuando no destitución tras destitución.
Entre los participantes en Lima figura el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, que hará su primera visita a la región y donde tendrá la posibilidad de interactuar con otros jefes de Estado del continente, indicó el canciller.
También asistirán el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, y los presidentes de Panamá, Juan Carlos Varela; de Colombia, Juan Manuel Santos; de México, Enrique Peña Nieto; de Argentina, Mauricio Macri y de Chile, Sebastián Piñera; entre otros.
Los equipos técnicos trabajan en la declaración que presentarán a los mandatarios para su aprobación y que, entre otros puntos, propone establecer un intercambio fluido entre las Unidades de Inteligencia Financiera, y una cooperación judicial más eficaz para luchar contra la corrupción y la impunidad.
Hoy celebramos a...