El Pontífice lanzó hoy la exhortación apostólica sobre el llamado a la Santidad en el mundo actual El papa Francisco es un pastor que se toma en serio el sentido del humor y la alegría. En esta línea, se ha lanzado este lunes 9 de abril de 2018, la exhortación apostólica, Gaudete et Exsultate, en la que presenta la santidad como un camino para todos, una manera de salir de la mediocridad cotidiana y, sobre todo, una búsqueda llena de gozo.
Una carta larga del Papa con un mensaje directo para hombres y mujeres casadas, consagrados, consagradas, trabajadores, educadores y en general personas sumergidas en la vida de todos los días con sus dificultades y fatigas. Pero, que jamás deben dejar de donar una sonrisa, porque sonreír es ese gesto divino que hace florecer la cercanía.
El Papa explica que ser santos no tiene nada que ver con tener un espíritu apocado, tristón, agriado, melancólico, o un bajo perfil sin energía. “El santo es capaz de vivir con alegría y sentido del humor”, expresa Francisco en el número 122.
Una sonrisa que transforma y desmiente el tomarse demasiado en serio y derriba muros, esos que se erigen por vanidad y orgullo contra los demás. Así, cita a reconocidos santos llenos de alegría. Por ejemplo, “Tomás Moro, san Vicente de Paúl o san Felipe Neri”, destacó Francisco en su último documento, luego de ”Amoris laetitia”, publicada en marzo de 2016.
La tercera exhortación apostólica del papa Francisco invita a dejar que el Señor “nos saque de nuestro caparazón y nos cambie la vida”.
Aunque haya momentos duros
El Papa admite que “hay momentos duros, tiempos de cruz, pero nada puede destruir la alegría sobrenatural, que «se adapta y se transforma, y siempre permanece al menos como un brote de luz que nace de la certeza personal de ser infinitamente amado, más allá de todo”.
La alegría cristiana como manifestación de una “seguridad interior, una serenidad esperanzada que brinda una satisfacción espiritual incomprensible para los parámetros mundanos”.
Nada de mal humor
“El mal humor no es un signo de santidad: «Aparta de tu corazón la tristeza» (Qo 11,10). Es tanto lo que recibimos del Señor, «para que lo disfrutemos» (1 Tm 6,17), que a veces la tristeza tiene que ver con la ingratitud, con estar tan encerrado en sí mismo que uno se vuelve incapaz de reconocer los regalos de Dios[101]”.
En tiempo de prosperidad, disfruta
El Obispo de Roma asegura que el amor paterno de Dios invita a que cuidemos de nosotros mismos. “No te prives de pasar un día feliz» (Si 14,11.14). Dios “nos quiere positivos, agradecidos y no demasiado complicados”.
Ser agradecidos, es ser alegres
“«En tiempo de prosperidad disfruta […]. Dios hizo a los humanos equilibrados, pero ellos se buscaron preocupaciones sin cuento» (Qo 7,14.29). En todo caso, hay que mantener un espíritu flexible, y hacer como san Pablo: «Yo he aprendido a bastarme con lo que tengo» (Flp 4,11). Es lo que vivía san Francisco de Asís, capaz de conmoverse de gratitud ante un pedazo de pan duro, o de alabar feliz a Dios solo por la brisa que acariciaba su rostro”.
Alegría verdadera fuera del consumismo
Francisco asegura que no habla de una alegría consumista e individualista tan presente en algunas experiencias culturales de hoy. Advierte que el consumismo “solo empacha el corazón”. Porque “puede brindar placeres ocasionales y pasajeros, pero no gozo”.
Se refiere a una alegría autentica que se vive en comunión, “que se comparte y se reparte, porque «hay más dicha en dar que en recibir» (Hch 20,35) y «Dios ama al que da con alegría» (2 Co 9,7)”.
Contra el egoísmo, gozar de las alegrías de los demás
La alegría es de Dios. Por eso, el amor fraterno multiplica “nuestra capacidad de gozo, ya que nos vuelve capaces de gozar con el bien de los otros”. “Alegraos con los que están alegres” (Rm 12,15). Y agrega: «Nos alegramos siendo débiles, con tal de que vosotros seáis fuertes» (2 Co 13,9). En cambio, si «nos concentramos en nuestras propias necesidades, nos condenamos a vivir con poca alegría»”.
Ser alegres no significa perder el realismo
Ser santos alegres y tener sentido del humor, no significa perder el realismo de las cosas. Lo dice el Papa que en las audiencias generales del miércoles bromea, abraza y sonríe con los fieles que logra tocar mientras pasa en el papamóvil y luego enfrenta temas doctrinales y hace llamamientos a los líderes del mundo.
Mantener una actitud esperanzadora y donarla para iluminar a “los demás con un espíritu positivo y esperanzado”. Para Francisco “ser cristianos es ‘gozo en el Espíritu Santo’, porque ‘al amor de caridad le sigue necesariamente el gozo, pues todo amante se goza en la unión con el amado […]”.
El buen humor del Papa
Es el Papa que lanza mensajes profundos con buen humor el que escribe la exhortación apostólica sobre el llamado a la Santidad en el mundo actual. Así lo ha demostrado hace algunos años cuando a un grupo de líderes judíos les contó un chiste que narra de una vez un párroco despotricaba en sus homilias contra los judíos y Jesús detrás del altar en la Cruz que mira a la Virgen María que está a su lado le dice: ‘¡Vámonos mamá, aquí no nos quieren!’.
De ahí que, se trata del quinto documento escrito por el Papa en los cinco años de pontificado en el que pone de ejemplo también a María, que “supo descubrir la novedad que Jesús traía, cantaba: “Se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador”.
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