Varios cientos de fieles viajan a pie y en caballo por el camino de San José Gabriel del Rosario Brochero en una peregrinación de una semana por los pueblos y las estribaciones del Valle de Traslasierra, donde dedicó toda su energía a quienes requerían su ayuda y ninguna persona enferma se quedó sin los sacramentos. No había fuerza que pudiera detenerlo: «¡ay si el diablo va a robarme un alma!».
Era conocido por viajar largas distancias en Argentina a lomo de mula vestido con un sombrero y un poncho para atender las necesidades de la fe cristiana en toda su gran parroquia. Fue conocido cariñosamente como «el sacerdote gaucho» y el «sacerdote vaquero».
Fotografía de Marko Vombergar para Aleteia