El Pontífice ha recibido en audiencia a los miembros del Grupo de Santa Marta, instituido por él para luchar contra el tráfico de seres humanos; ayuda entre Iglesia y la Policía a nivel global
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El papa Francisco consideró que causa “vergüenza y escándalo” que haya formas modernas de esclavitud incluso en las sociedades más prósperas. Lo dijo este viernes 9 de febrero de 2018 en la Sala Clementina del Palacio Apostólico del Vaticano al recibir en audiencia a los miembros del Grupo de Santa Marta al concluir su conferencia dedicada este año (8 y 9 febrero) a brindar una perspectiva global sobre la trata de personas y sobre las formas modernas de esclavitud.
El Papa instó a que la reflexión se enmarque en los problemas mundiales y locales del tráfico humano. “La experiencia muestra que esas formas modernas de esclavitud están mucho más extendidas de lo que uno podría imaginar, incluso -para nuestra vergüenza y escándalo- dentro de las sociedades más prósperas de nuestra sociedad”, manifestó.
¿Dónde está tu hermano?, preguntó para evocar el clamor de Dios a Caín, en el Génesis en la Biblia. El Papa exhortó a que se examinen seriamente “las diversas formas de complicidad” con las que la sociedad tolera y alienta, el tráfico y la explotación sexual de hombres, mujeres y niños vulnerables.
Se trata de una preocupación que el Papa ha manifestado desde el inicio de su pontificado en el documento programático, Evangelii Gaudium.
El Obispo de Roma destacó que las “iniciativas destinadas a combatir la trata de personas, en su objetivo concreto de desmantelar las redes delictivas, deben considerar cada vez más aspectos relacionados como el uso responsable de las tecnologías y los medios de comunicación”.
Igualmente señaló que se debe estudiar también las implicaciones éticas de los modelos de crecimiento económico que favorecen la explotación.
El Papa confió en que se ayude a crear conciencia sobre la creciente “necesidad de ayudar a las víctimas de estos crímenes, acompañándolas en un camino de reintegración en la sociedad y restableciendo su dignidad humana”.
“La Iglesia está agradecida por todos los esfuerzos realizados para llevar el bálsamo de la misericordia divina a los que sufren, porque este es también un paso esencial para la rehabilitación y la renovación de la sociedad en su conjunto”.
Por último, manifestó su gratitud al grupo de Santa Marta por su compromiso y su colaboración en este ámbito crucial. Además espera que el grupo pueda liderar propuestas en la aplicación de la ley, la investigación, las políticas públicas y el cuidado pastoral. Esto en el marco de la colaboración entre la Iglesia y la Policía de algunos países (Argentina, Reino Unido, entre otros) establecida hace tres años («Combating Human Trafficking: Church and Law Enforcement in partnership », 9-10 de abril 2014).
Todo para abordar las causas y los efectos de este flagelo moderno, que continúa “causando un sufrimiento humano incalculable”, expresó el Papa que ha pedido oración por la conversión de los “traficantes” y la liberación de las personas sometidas a la esclavitud.
La actividad del “Grupo Santa Marta” contra el tráfico de seres humanos se inició en 2014 por voluntad de Francisco.
Según datos internacionales, casi un tercio del total de las víctimas de trata de personas a nivel mundial son niñas y niños, de acuerdo con un informe presentado en 2016 por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés). Además estableció que las mujeres y niñas comprenden el 71 por ciento de las víctimas.