Entre las ruinas de la iglesia dedicada a la Virgen MaríaEl Patriarca de Antioquía de los siro-ortodoxos, Mor Ignatius Aphrem II, ha celebrado el Santo Qurobo, la solemne liturgia eucarística del rito siro-antioqueno, entre las ruinas de la iglesia dedicada a la Virgen Maria, en la ciudad siria de Deir ez-Zor.
En la liturgia, celebrada el sábado 3 de febrero, han participado también un pequeño grupo de miembros de la comunidad cristiana local, que lentamente comienzan a regresar a la ciudad devastada por la guerra, y recientemente reconquistada por el ejercito sirio.
En la homilía – refieren las fuentes oficiales del Patriarcado, consultadas por la Agencia Fides – el Patriarca ha dado las gracias al Señor por el lento regreso a la normalidad emprendido por la ciudad siria, pero también ha expresado su tristeza por la devastación causada por el conflicto, que ha golpeado iglesias y mezquitas.
El Primado de la Iglesia siro ortodoxa, recibido en la ciudad por el gobernador Mohammad Ibrahim Samra, ha definido su visita como una señal de que Siria está saliendo de los años de violencia y terror que la han devastado, confirmando el compromiso de la Iglesia en la obra de reconstrucción y de ayuda a las poblaciones torturadas por el conflicto.
Durante la visita, el Patriarca Ignatius Aphrem también ha inaugurado la clínica de San Efrem, el primer centro de salud establecido por iniciativa conjunta del Comité de iniciativas de bienestar del Patriarcado y de la Organización Mundial de la Salud, después de que la ciudad haya regresado bajo el control del ejército sirio.
Deir ez-Zor, en la que antes de la guerra habitaban mayoritariamente kurdos, ha sido una de las ciudades más disputadas entre las milicias yihadistas y el ejército del gobierno durante los años del conflicto sirio.
Los grupos yihadistas, incluso en competición entre sí, asediaron y conquistaron una parte de la ciudad desde finales de 2013.
En septiembre de 2014 los milicianos del Estado Islámico (Daesh) han destruido la iglesia armenia de la ciudad donde estaban custodiados los restos de las víctimas del genocidio armenio.
El 17 de enero de 2016, los yihadistas de Daesh atacaron los barrios de la ciudad aún controlados por el ejército de Damasco, matando al menos a 300 civiles y deportando a cientos más. La completa y definitiva reconquista de la ciudad por el ejército sirio tuvo lugar el 3 de noviembre de 2017.