separateurCreated with Sketch.

4 preguntas para guiar a los niños en su estudio

GIRL TEENAGER
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Dolors Massot - publicado el 31/01/18
whatsappfacebooktwitter-xemailnative

Claves para que puedas ayudarles a modificar sus hábitos de una manera fácil

Para ayudar a Aleteia a continuar su misión, haga una donación. De este modo, el futuro de Aleteia será también el suyo.


Deseo donar en 3 clics

Pones tu empeño en que los hijos (pequeños o adolescentes) sean buenos estudiantes. Te esfuerzas por darles una buena educación, una buena escuela. Y al llegar a casa, te interesas por saber qué tareas tienen que realizar. ¿Quieres que realmente ese rato sea eficaz? ¿Quieres que las horas de estudio sean productivas?

Con estas sencillas pautas sabrás si tu hijo están aprovechando bien el tiempo.

Child Doing Homework

Shutterstock

¿Sigue un horario?

No hay que ser cuadriculados pero a los niños les va muy bien aprender. Además las virtudes son fruto de los hábitos, es decir, de la repetición de actos. Serán estudiosos si estudian cada día, no si se pegan un atracón la noche antes del examen.

Si quieres que tu hijo estudie y no haya que recordarle cada día que debe ponerse a estudiar, fija un horario para comenzar las tareas de la escuela. Puede ser al llegar a casa, después de una actividad extraescolar, cuando llega papá o mamá del trabajo y esa es la persona que va a ayudarle (si lo necesita)…

Lo importante es que decidas una hora y que establezcas esa pauta a diario. Así, de la misma forma que recuerdan a qué hora comen o cuándo entran en la escuela, también situarán el estudio en sus quehaceres.

Si no se sigue un horario, un día no hay estudio porque llueve y quieren mirar por la ventana, otro día porque la abuela llama por teléfono y quiere hablar con el nieto… Cualquier distracción es suficiente para posponer lo que en principio se hace cuesta arriba. Y cada día se hará más cuesta arriba si no cambias de rumbo.

WEB3-CHILD-GIRL-HOMEWORK-SCHOOL-WORK-PEN-NOTEBOOK-UPSET-Shutterstock

Shutterstock

¿Tiene un espacio adecuado?

Al niño y al adolescente le ayuda disponer de mesa y silla donde estudiar, estantería donde dejar los libros, cajones o cajas donde guardar el material. Es muy positivo que en su habitación haya un lugar adecuado para hacerlo (bien iluminado, en silencio, ventilado).

Eso ya es pedagógicamente bueno, puesto que infunde la idea de que en nuestro espacio doméstico consideramos el estudio tan importante como la alimentación o el sueño y por eso lo dotamos de una materialidad. 

Cuando la familia es numerosa y el espacio reducido, a veces hay que compartir mesa o emplear la del comedor. Esa situación también ayuda, en la medida en que el niño crece en generosidad, en fortaleza y en orden. También en ese ambiente se pueden sacar resultados excelentes si se respeta el silencio.


POKÓJ DZIECIĘCY
Te puede interesar:
Un espacio en el que incluso les apetezca estudiar

STUDYING

Candybox images – Shutterstock

¿Está pendiente del celular?

Apártalo de las redes sociales, de los juegos y de las llamadas porque son un claro foco de distracción. Invítalo a dejar el celular lejos del radio de su estudio. O puedes decirle que lo vas a tener tú mientras esté estudiando, para custodiarlo.

No se trata de un castigo o una medida coercitiva,  sino que de esta manera desarrolla su confianza en ti y a la vez te aseguras de que no consulta los whatsapps de sus amigos o las últimas imágenes de su cantante favorito en Instagram.

Lo mismo puede ocurrir con el ordenador o la tableta si los emplea al estudiar. Pactad los tiempos de estudio en los que solo está autorizada la consulta en la red si es para algo de las asignaturas. Si tienes dudas, consulta el historial de búsquedas de su ordenador y sabrás “dónde” ha estado.

STUDENTKA W TRAKCIE NAUKI

Shutterstock

¿Ves que estudia acostado?

Pues ahora mismo puedes decirle que se incorpore y le harás un gran favor. Estudiar en la cama en horizontal no es la mejor opción, ni siquiera es una buena opción.

En primer lugar, podría afectar a la espalda del niño porque invita a adoptar malas posturas. En segundo lugar, es fácil buscar cada vez una postura más cómoda que le haga abandonar el libro. En tercer lugar, estar acostado no impide la lectura pero sí dificulta la escritura, y tomar notas o dibujar es importante para retener los conceptos.

Lo mismo que se dice de la cama puede aplicarse al sofá. Estudiar los ríos y montañas de vuestro país no es lo mismo que una partida en la Play.

Además de estas cuatro preguntas, hay una cuestión importante que no debes pasar por alto: la ayuda a los niños para que estudien mejor no solo es una cuestión del padre o la madre. Es una cuestión de ambos. Es importante que los dos vayais en la misma dirección: al establecer el horario, al evitar las distracciones, al decidir qué se hace con su móvil…

 

 

 

 

 

¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.

Aleteia vive gracias a sus donaciones

Permítenos continuar nuestra misión de compartir información cristiana y bellas historias apoyándonos.