Desde el Vaticano cierran filas alrededor del Pontífice y se confirma que él sigue la situación de la Iglesia Católica en China El papa Francisco está informado sobre el caso China-Vaticano y desde los muros leoninos se rechazan las noticias sobre una supuesta falta de conformidad de pensamiento y acción entre el pontífice y la Curia romana, respecto a la situación de la Iglesia católica en China.
El director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Greg Burke, salió al paso de las noticias difundidas en medios de comunicación occidentales en las que se informaban de maniobras por “debajo de la mesa” en las negociaciones entre el Vaticano y la China en contra del clero ‘clandestino’ (con conformidad para el Vaticano) para favorecer a los obispos ‘oficialistas’ con el aval del gobierno de Pekín.
“El Papa está en constante contacto con sus colaboradores, en particular de la Secretaría de Estado, sobre las cuestiones chinas, y está informado sobre los asuntos fidedignamente y detalladamente sobre la situación de la Iglesia Católica en China y sobre los pasos en el diálogo en curso entre la Santa Sede y la República Popular de China, que él acompaña con especial cuidado. Es una sorpresa y una pena, por lo tanto, que lo contrario sea afirmado por parte de personas de la Iglesia y se nutran así confusiones y polémicas”.
La posición de la Santa Sede, llega después de artículos que aluden a un caso “Mindszenty” (Josef Mindszenty), que evocan a la historia del primado de Hungría que el Vaticano obligó a dejar el país, nombrando a un sucesor en Budapest que fue aprobado por el gobierno comunista del tiempo.
La polémica es alimentada por una fuente eclesial, el cardenal Joseph Zen, obispo emérito de Hong Kong, que informó a la prensa sobre sus reflexiones tras un encuentro privado (de 30 minutos) con el papa Francisco sobre el caso China-Vaticano en la residencia de Santa Marta ocurrido el pasado 12 de enero de 2018.
Según Asia News, el cardenal Joseph Zen había asegurado que un alto curial enviado a China como emisario le había pedido a los obispos de Shantou (Pietro Zhuang Jianjian) y Mindong (Giuseppe Guo Xijin), de la iglesia subterránea (no oficial para el gobierno) y reconocida por la Santa Sede, abandonar sus respectivos cargos y de dejar el puesto a dos obispos “ilegítimos” y excomulgados.
El 29 de enero de 2018, el cardenal Zen escribió una carta dirigida a los medios de comunicación para indicar que esta noticia está creando “confusión entre la gente” (el rebaño de 10-12 millones de fieles católicos en el país asiático).
Asimismo, narró el envío de cartas de ayuda al Papa por parte de los obispos involucrados que parecían no llegar a manos de Francisco. También narró un venturoso viaje desde Hong Kong hasta Roma en enero sólo para entregar las cartas directamente al Pontífice al final de la audiencia general. El cardenal Zen cita un encuentro privado en Santa Marta con el Papa para informarlo de la situación.
En un comunicado aseguró romper el “deber de la confidencialidad” de la información que tiene relación con las gestiones diplomáticas y dar su versión de los hechos a razón del “derecho a la verdad”.
Explicó que el problema – según su opinión- no era la “renuncia de los obispos legítimos, sino la solicitud de dar cabida a los ilegítimos y excomulgados”. Asimismo, lamentó las nominas congeladas de los obispos por límite de edad por parte del Vaticano para no enconar la relación con el gobierno chino.
El obispo emérito de Hong Kong indicó que es pesimista sobre la actual situación en China, al mismo tiempo subrayó la posición del gobierno comunista de establecer estrictas normas contra la libertad religiosa.
“Ahora están implementando las regulaciones que hasta ahora solo estaban en el papel (a partir del 1 de febrero de 2018, la reunión en misa de una comunidad subterránea ya no será tolerada).
El cardenal ataca el intento del Vaticano de llegar a un acuerdo con China. ¿Pero puede haber algo “común” con un régimen totalitario? “O te rindes o aceptas la persecución, pero permaneces fiel a ti mismo (¿te imaginas un acuerdo entre San José y el Rey Herodes?)”.
Y la frase más lapidaria del mensaje: “¿Quizás creo que el Vaticano está vendiendo a la Iglesia Católica en China? Sí, definitivamente”.