En 1965, había en Estados Unidos 48.5 millones de católicos; en 2015, el número ha aumentado a 75 millones
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Estados Unidos es una nación multicultural en la que los hispanos representan ya la primera minoría étnica, con 58 millones de personas que tienen este origen. La población hispana es, al mismo tiempo, el principal impulsor del crecimiento demográfico de Estados Unidos y, también del crecimiento del catolicismo en este país.
En cuanto a crecimiento demográfico, según el más reciente reporte del Pew Research Center, los hispanos representan la mitad del crecimiento poblacional estadounidense desde el año 2000 a la fecha.
Por lo que respecta al catolicismo, “los hispanos están en el corazón del crecimiento de la Iglesia católica”, ha escrito el investigador del Boston College, Hoffman Ospino, en un reciente estudio que intituló “Diez maneras en que los hispanos están redefiniendo el catolicismo estadounidense en el siglo XXI”.
El doctor Ospino da la siguiente –y elocuente—cifra: en 1965, había en Estados Unidos, 48.5 millones de católicos; en 2015, el número había aumentado a 75 millones, “a pesar de que millones de mujeres y hombres bautizados dejaron de auto identificarse como católicos”.
¿Cuál es el motivo de que el número de católicos en los Estados Unidos esté creciendo? Muy sencillo: la migración de hispanos católicos hacia la nación americana. Los hispanos representan 71 por ciento del crecimiento de la población católica en Estados Unidos desde 1960.
Mayor reconocimiento de identidad
Por otra parte, el Centro de Investigación Aplicada en el Apostolado (CARA, por sus siglas en inglés), de la Universidad de Georgetown, en un reciente reporte sobre los hispanos católicos en Estados Unidos, identifica una caída entre los hispanos que se auto identifican como católicos.
En efecto, siguiendo el patrón de muchos adultos estadounidenses que nacieron en el catolicismo y ahora no se identifican en él, solamente 57 por ciento de los adultos hispanos que viven en Estados Unidos se auto identifican como tales, mientras que 70 por ciento lo hacía así en 2006.
Lo que sí ha incrementado en estos últimos años es la auto identificación de identidad hispana entre los adultos católicos que viven en Estados Unidos. De 34 por ciento que se auto identificaba como hispano (o latino) en el año 2000, según CARA ahora se auto identifican como hispanos (principalmente, aunque todavía existe la identidad como “latinos”) 38 por ciento de los adultos católicos.
Un fenómeno interesante, tanto en identidad como en permanencia en el catolicismo se está dando entre los jóvenes: la tasa de retención de identidad, es decir, que se auto identifiquen como hispanos, es de 71 por ciento. Y 70 por ciento de los hispanos que crecieron en la fe católica siguen siendo católicos cuando llegan a la edad adulta.
Esto refuerza lo que apuntaba Ospino, pues en lo que respecta a los católicos estadounidenses, 61 por ciento de los no hispanos que crecieron en un hogar católico conservan su fe cuando llegan a ser adultos.
Oportunidad para todos
En lo que respecta al sacerdocio, cerca de tres por ciento de quienes ejercen su ministerio en parroquias de la Unión Americana se auto identifican como hispanos, mientras que 16 por ciento de los diáconos permanentes se auto identifican de la misma forma.
Y un dato más, según CARA, 4,544 parroquias en Estados Unidos (26 por ciento del total de parroquias que operan en el vasto territorio norteamericano), sirve a comunidades hispanas. Estas parroquias están situada en el sur y en el oeste de Estados Unidos, así como en áreas urbanas del Medio Oeste y del Noroeste del país.
Una de cada cuatro parroquias en el país (24 por ciento) celebran Misa en español al menos una vez al mes. Al menos seis por ciento de las misas que se celebran en Estados Unidos (en los días entre semana y el fin de semana) son celebradas en español.
“La redefinición del catolicismo estadounidense en el siglo XXI, impulsada en gran parte por la presencia hispana de rápido crecimiento, es una verdadera bendición y oportunidad para todos”, dice Ospino.
Y subraya: “Hace cinco siglos, los hispanos plantaron las primeras semillas del catolicismo en esta tierra (…) Una vez más, los hispanos, junto con los católicos de varias otras familias culturales, se encuentran en una posición única para construir los cimientos del catolicismo estadounidense durante décadas”.