El Pontífice presidió las Vísperas de la Solemnidad de la Conversión de San Pablo en la Basílica de San Pablo Extramuros en Roma “¡Cuántos hermanos sufren la persecución por el nombre de Jesús! Cuando se derrama su sangre, aunque pertenezcan a diferentes denominaciones, en conjunto se convierten en los testigos de la fe, los mártires, unidos en el vínculo de la gracia bautismal”, dijo el papa Francisco en la Basílica de San Pablo Extramuros en Roma, este jueves 25 de enero de 2018.
El Pontífice presidió la celebración de las Vísperas de la Solemnidad de la Conversión de San Pablo, quien antes fue un verdugo de los discípulos de Jesús. La tradición cuenta que cuando viajaba hacia Damasco, el mismo Jesús se le reveló en el camino y lo eligió para que anunciase el Evangelio a los gentiles.
El Pontífice puso también a san Pablo como modelo de diálogo ecuménico. “La gracia de Dios también lo llevó a buscar la comunión con otros cristianos, de inmediato, primero en Damasco y luego en Jerusalén (Hechos 9: 19.26-27)”, dijo.
El Obispo de Roma aseguró que todos los cristianos se enfrentan a los retos actuales “que degradan la dignidad humana” y pensó a aquellos que “están huyendo de situaciones de conflicto y de la miseria”.
Asimismo, señaló el desafío de los cristianos para ayudar a las “víctimas de la trata de seres humanos y otras esclavitudes modernas”. Invitó a la unión para acabar con las “penurias” de quienes sucumben al hambre y denunció la situación de un mundo rico en donde aumentan “la desigualdad”.
Por eso, sostuvo que los cristianos están “llamados” a enfrentar “los retos con valor y esperanza” armados de la armadura del “amor y de la paz” de Cristo.
“En la vida, experimentamos la ternura de Dios, quien en nuestra vida diaria nos salva amorosamente del pecado, el temor y la angustia. Estas preciosas experiencias deben mantenerse en el corazón y en la memoria”.
Entretanto, indicó el bautismo como un canto de alabanza a Dios para la unión de los cristianos.
El obispo de Roma saludó a los representantes de las otras Iglesias y comunidades eclesiales presentes en Roma y quienes participaron en la celebración.
Al final, el cardenal Kurt Koch dirigió unas palabras a la asamblea con motivo de la conclusión de la semana para la Unidad de los Cristianos 2018.
El también presidente del Consejo Pontificio para la Unidad de los cristianos recordó el bautismo en Cristo que une a los cristianos y el empeño ecuménico constante de la Iglesia.