El padre de Diana Quer consuela a la madre del asesino de su hija tras verla llorando por televisión
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Esta es una historia de perdón y de compasión. De un hombre íntegro y con valores que, pese a su gran sufrimiento, siente empatía por la madre, la hija y la familia de quien asesinó a su hija Diana en la madrugada del 21 al 22 de agosto de 2016.
Durante 497 días la estuvo buscando. Había desaparecido durante unas fiestas en el pueblo gallego donde pasaba los veranos, en Puebla de Caramiñal (España). Tenía 18 años.
Dieciséis meses después, el pasado 31 de diciembre, el año terminó para él sabiendo que la Guardia Civil había encontrado su cadáver tras detener a El Chicle, el sospechoso de su asesinato que confesó haber ocultado su cuerpo durante todo este tiempo.
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He aprendido a perdonar y ahora soy feliz
Hace tan solo un días Juan Carlos Quer pudo enterrar a su hija. Era el final de un drama que ha conmocionado a España. No es sin embargo el final de su lucha, pues ahora persigue que el caso de su hija no quede en “una página de sucesos” y abandera la iniciativa en contra de la derogación en España de la prisión permanente revisable para que evitar que los violadores y asesinos salgan de la cárcel y vuelvan a cometer crímenes como el de su hija Diana.
Durante estos días los medios de comunicación han estado muy pendientes de este trágico suceso. Un día Juan Carlos se encontraba solo en casa cuando vio a través de televisión llorar a una mujer, era madre del asesino de su hija.
Su manera de llorar llegó al corazón de este hombre roto por el dolor. Un corazón que quiso aliviar la pena de aquella mujer.
Para ello, cogió el telefóno y la localizó para decirle: “Señora usted no es la culpable.Tiene todo mi perdón”
Y lo hizo porque, como declaró en la Cadena Ser, “te puedo asegurar que en ese entorno tan pequeñito que es Rianxo (su pueblo), ahora es una persona condenada de por vida a sufrir la pena y la humillación que le ha puesto su hijo”.
Un perdón lleno de empatía y compasión hacia aquellas personas marcadas también por el asesino de su hija, un hombre que también es padre, hijo, marido y hermano. “Por mi parte, toda mi solidadridad y toda mi pena a esa familia y a su hija a la que ha destrozado su vida, ¡pobre niña!”, concluyó.
