Días antes de salir de vacaciones la casa se inunda de maletas, bolsas de mano, mochilas. Hay destinos familiares ideales para viajar con niños para descansar, disfrutar y compartir nuevas experiencias Llegan las esperadas vacaciones para salir corriendo de la rutina y disfrutar de unos días inolvidables en familia. Una de las posibilidades más comunes cuando se tienen hijos pequeños es optar por pasar unos días en la playa o respirar el aire fresco de la montaña.
Se trata de un plan perfecto para una familia que quiere descansar y olvidarse del mundanal ruido de la ciudad. Sin embargo, hay algunas familias que no renuncian a viajar por el hecho de tener hijos pequeños y prefieren planear un viaje.
Hay destinos perfectos para ir con los niños.
Si nunca se ha experimentado, de entrada puede parecer una locura y hay mil razones para pensar así. Hay lugares de ensueño a los que nos gustaría ir pero cuando se trata de ir con niños surgen dudas y las pegas: está muy lejos, hay que coger aviones, los cambios horarios son pesados, la comida es diferente, se hablan otros idiomas, etc.
En este caso surgen mil excusas que justifican renunciar a la idea de plantearse el viaje pero si nos gusta viajar sí vale la pena plantearse hacer algo diferente.
Actualmente, viajar con niños es mucho más fácil porque el mundo se ha adaptado a esta realidad. Viajar se ha popularizado y viajar con niños no implica meterse en un mar de problemas y dificultades.
Es cierto que hay que tener la mente abierta y la capacidad de adaptación a costumbres que no son las nuestras. Lo más importante es escoger el destino, valorar los pros y contras y ponerse manos a la obra para planificar el viaje con las máximas garantías.
Viajar hace familia
La sensación de estar en un lugar del mundo desconocido para todos los miembros de la familia es una oportunidad única para aprender y compartir una experiencia nueva.
Sitios nuevos, personas diferentes, cosas que no sabíamos, comidas con sabores picantes y dulces, lugares de los que desconocíamos su existencia. En global, todo se convierte en una aventura que une y permite que la familia se relacione y se conozca en situaciones que no se producen en la rutina del ambiente familiar en casa.
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Las familias “viajeras” dicen que durante estos viajes “los pequeños se ríen muchísimo, hablan, se les despierta la curiosidad por todo y cuando vuelven a casa recuerdan eso o aquello que tanto les gustó o impresionó”.
Adultos que de pequeños viajaron con sus padres lo recuerdan como una experiencias inolvidable, una de las más fantásticas de su infancia. Este es el caso de Franc. Entonces tenía 6 años: “Praga fue un viaje improvisado. Mi madre me dio la sorpresa de un día para otro. De repente me vi sentado en un avión sin saber a dónde íbamos. Yo no quería ir”.
Ahora tiene 18 años y una de sus aficiones es viajar. Le gustaría dar la vuelta al mundo. Recuerda el viaje a Praga como “una de las mejores vacaciones de mi vida. Tuve la oportunidad de pasar unos días a solas con mi madre. Descubrir Praga juntos fue toda una experiencia. Además, descubrí algo de mi madre que no sabía: le encanta pararse delante de los escaparates de las pastelerías, hacer fotos y apuntar los nombres de los dulces y pasteles típicos de cada país”.
Planificación y asesoramiento profesional
Actualmente hay empresas especializadas en organizar viajes con niños que ayudan a planificar y resuelven todas las dudas que puedan surgir a la hora de plantear un viaje, ya sea de larga distancia o a un destino más cercano.
Uno de los temas más decisivos es el medio de transporte porque es lo que más condiciona la logística: no es lo mismo un viaje a un país europeo en coche para visitar una ciudad y sus monumentos, planear una escapada de fin de semana a la nieve o pensar en pasar 15 días en una paradisiaca playa del Caribe.
Cada familia tiene que decidir la mejor opción en función de sus posibilidades y preferencias. El viaje empieza en casa con la ilusión de decidir el destino, organizar la ruta, pensar en la lista de los preparativos, mirar en internet todo lo que hay que saber del destino elegido, etc… Y llega el día de partir. Buen viaje!!!
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Precauciones: que no falte el botiquín
- Termómetro
- Protector solar
- Mosquiteras y repelentes de insectos
- Toallitas húmedas y productos para limpieza manos y cara
- Soluciones de rehidratación
- Botiquín básico para la cura de heridas: yodo, gasas, esparadrapo, tiritas, etc.
Medicamentos que necesitan ser prescritos por el médico:
- Antitérmicos
- Fármaco contra el mareo (coche, tren, avión, barco)
- Antibiótico
- Antihistamínico
- Antipalúdicos
- Pomadas antibióticas
- En función del país adonde se viaje se considerará una jeringuilla de adrenalina con precarga para un caso de urgencia extrema por reacción alérgica grave a una picadura o ingesta alimentaria.
Maria es madre de familia y una apasionada viajera. Cada año, desde que sus hijos son pequeños, organiza un viaje y dice: “Vuelvo de cada viaje con una maravillosa sensación: la de que somos un equipo. Vivimos momentos de mucha complicidad y juegos, nos ayudamos unos a otros, nos reímos de las mismas cosas. No se trata sólo de ver, sino de ser. De aprender valores. De respetarnos unos a otros, de ser pacientes, de llegar a acuerdos… de saber que estamos allí el uno para el otro”.
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