Algunos fabricantes ocultan realidades de explotación en países a los que casi nunca llegan las cámaras. Esta vez sí hubo quien grabó y entrevistó a las víctimas.
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El Festival Sundance premió en enero de 2017 un filme poco corriente. Se trata de “Machines”, documental focalizado en la fabricación de materias para las grandes cadenas del sector de la moda. Si bien el título habla de mecánica, lo cierto es que ese solo el escenario en el que se mueven los auténticos protagonistas del relato: hombres y mujeres sometidos a condiciones infrahumanas para que rindan al máximo en la cadena de producción que acaba poniendo en el escaparate de las grandes avenidas de la moda del mundo entero prendas de marcas archiconocidas.
Creía que conocía el sector de la moda
La película no es sensacionalista. Su director, Rahul Jain, tiene ahora 26 años, es de origen indio y decidió rodar en un territorio bien conocido por él: la región de Sachin, a unos 200 kilómetros de Mumbai. “Mi abuelo -explica- poseía una fábrica y de pequeño yo había estado allí muchas veces. Como director de cine poco experimentado, quería trabajar sobre un tema que en teoría conocía bien. Sin embargo, al introducirme de nuevo en una fábrica, aquello fue muy distinto”.
El cineasta no esconde que “sentía culpabilidad por lo que había vivido y aceptado cuando era pequeño”. En algunos momentos llegó a pasar miedo por lo peligroso que podía resultar sacar a la luz lo que estaba grabando, y afirma que presenciando alguna escena le dieron ganas de vomitar.
No hay voz en off ni música, de forma que el peso del contenido recae en lo que explican los trabajadores del textil acerca de la vida que llevan, sus motivaciones, su forma de trabajo, sus horarios y condiciones laborales. Hablamos de turnos de hasta 12 horas pagados con 3 dólares al día.
Hablamos de hombres y muchachos que manipulan productos químicos tóxicos sin la vestimenta ni la protección adecuada (ni mascarillas ni guantes). Esas empresas no podrían contar con trabajadores así para elaborar el mismo producto de moda en países occidentales.
¿Qué espera Jain de esta película? Además de la experiencia profesional, el compromiso social para él era de mucho mayor calado. Espera que el filme mueva a los trabajadores a agruparse en sindicatos que puedan defender sus derechos de forma colectiva; quiere una mejora de los salarios y la racionalización del horario laboral.
En la misma línea del filme, varias entidades internacionales trabajan para dar a conocer la realidad más sombría del sector de la moda. Entre ellas se encuentran Fashion Revolution y Ropa Limpia,con campañas activas en la actualidad. Una de ellas es la que impulsa el hashtag #WhoMadeMyClothes (#QuiénHizoMiropa).
Es sin duda una vía para que no quede silenciado el ganador del Premio Especial del Jurado a la Dirección de Fotografía en Documental Internacional del Festival de Sundance. Ojalá que el impacto sea más largo que el título del galardón.
Aquí puedes verlo en una entrevista para Documenta Madrid: