Vas a ver por quéAhora recibimos el año nuevo, nuevas oportunidades, esperanzas e ilusiones. Haz de cuenta que las páginas del libro de tu vida vuelven a estar en blanco para que escribas en ellas tu nueva historia. ¿Estás listo? Cómo te gustaría despedir el año que pasó y darle la bienvenida al nuevo, es decir, ¿qué sería lo primero que escribirías en tu libro?
Quizá podrías despedirlo con algo así: ¡gracias! Así es, “adiós con gratitud a Dios” y a cada persona y evento que pasó a tu lado este año.
Di gracias a cada historia que viviste y déjala atrás. Simplemente observa lo que ha terminado y acepta que ya se acabó sin engancharte en culpas ni rencores, solo agradeciendo.
Di gracias a los errores que cometiste y que estos te sirvan únicamente para crecer en humildad, aprender la lección y no volverlos a cometer. Suelta el pasado y no lo cargues a tu prometedor futuro.
También despide el año con un profundo y sincero perdón -tanto a los que te lastimaron como a los que lastimaste- porque este te permitirá crecer en sencillez y caridad, te liberará de la esclavitud de las circunstancias y del victimismo y lograrás experimentar una verdadera y duradera paz.
Primero, pide perdón a Dios por las veces que no correspondiste a su amor. Segundo, perdónate por todo aquello que hiciste que te restó dignidad.
Sé benévolo contigo y piensa que solo hiciste lo que sabías hacer, mas hoy estás con toda la disposición de no volver a cometer las mismas faltas porque sabes que no convienen a tu alma.
Por último, perdona y libera a quien te hizo algún mal o trastornó la armonía de tu vida. Desde el fondo de tu alma dile: “Te bendigo con amor, te libero por tu bien y hoy te dejo ir”.
Y ahora, dale la bienvenida al año nuevo con un esperanzador ¡hola, hola!, (así, cantadito y todo), con la certeza de que Dios tiene un plan perfecto para ti y bendice desde ahora a todas las personas que se crucen en tu camino y a todas las experiencias que estás por vivir.
Con humildad, con un corazón abierto y confiado ruega a Dios que te ayude a descubrir todas las virtudes, capacidades, dones y talentos que hay en ti y que te dé la capacidad de ponerlos a trabajar solo para su Gloria.
Dile que deseas vivir día a día con Fe, Esperanza, alegría, Caridad y amar, servir y respetarle a Él y a tus semejantes tanto como a ti mismo.
Pídele que siempre te proteja de los falsos amigos y que infunda en ti el Espíritu de Discernimiento para saber distinguir el bien del mal. Suplícale que tu camino esté lleno de bendiciones y que así mismo, tú seas capaz de esparcirlas a tu paso.
Yo te deseo de todo corazón que este año sea infinitamente mejor que el anterior, que todos tus sueños se realicen y que tu vida esté llena de amor de Dios y de bendiciones. Tu para mí ya eres una… ¡Venga!