Su origen no tiene nada que ver con la Navidad, ni con los norteamericanos
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Para algunos, esta tradición es únicamente de los Estados Unidos y simplemente se ha popularizado gracias a las películas de Hollywood porque es lo que vemos actualmente. Pero la verdad es que es una práctica con una larga historia y su génesis no tiene nada que ver con la época decembrina, aunque sí con la salud y el amor.
Tanto los griegos como los romanos descubrieron y aprovecharon las propiedades medicinales del muérdago. Lo usaban tanto para tratar un dolor de vientre femenino como un bálsamo para aliviar un episodio de epilepsia.
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¿Por qué el muérdago y el acebo están asociados a la Navidad?
Su concepción romántica vino con los druidas celtas en el primer siglo d.C, quienes observaron que entre sus múltiples bondades también estaba ser un poderoso afrodisiaco y, además, era una planta capaz de florecer incluso durante el invierno, así que la dotaron de un simbolismo de fertilidad y vida que fue adoptado por la gente. Las personas comenzaron a colgar ramitas de muérdago en las puertas de sus hogares para atraer amor, buena fortuna y muchos hijos.
También hay otra leyenda que viene de la mitología nórdica. El dios Balder, hijo de Odín y Frigg (diosa del amor y la fertilidad), comenzó a tener unas pesadillas terribles, por lo que su madre decidió averiguar de qué se trataba. Descubrió que era una premonición de que su hijo iba a morir, por lo que habló con todas las criaturas (animales y plantas) para que se comprometieran a no hacerle daño… todas menos con el muérdago, al que consideró muy inocente (otros dicen que insignificante).
El dios Loki, que le tenía una profunda envidia a Balder, descubrió esto y engañó a su hermano ciego para que le disparara una flecha de muérdago, matándolo de forma instantánea. Aunque esto no suene nada romántico, tiene que ver con el hecho de que nunca se debe ignorar al muérdago. Además, una visión más alegre de este mito afirma que la diosa Frigg logró rescatar a su hijo del mundo de los muertos, declarando al muérdago como la planta del amor y que ella misma le plantaría un beso a cualquiera que pasara debajo de él para que nunca más pasara desapercibido.
La asociación del muérdago con la fertilidad continuó durante toda la Edad Media y en el siglo XVIII se convirtió en una tradición navideña sin una razón sólida para historiadores, aunque seguramente tiene que ver con su capacidad de dar frutos en el crudo invierno; sin embargo, cómo pasó de ser una planta sagrada a un ícono navideño sigue siendo un misterio y un tema de debate.
Los sirvientes ingleses fueron uno de los primeros en adoptar la tradición de besar (o robar un beso) a una dama (de su misma clase) si se encontraba bajo el muérdago y luego pasó a las clases medias, esparciéndose luego por toda Europa y el resto del mundo. Si la mujer no aceptaba, era considerado de mala suerte.
Nunca ha tenido carácter de ley, pero por lo menos ha servido para escenas tiernas de películas y, por qué no, algunos hasta lo podrían utilizar para comenzar su propia historia real de amor.