Un programa que permite la reinserción de más familias en la sociedad
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En varios países de América Latina se viven días de agasajos navideños y campañas enfocadas a los más vulnerables. Es que la Navidad también representa un tiempo de acogida y de mirada hacia los que menos tienen.
En el caso de Ecuador, por estos días trascendió una buena noticia: la cantidad de personas que salían a mendigar en época navideña se redujo en los últimos ocho años, según reproduce El Comercio.
Desde hace varios años funciona un programa impulsado por el Ministerio de Inclusión Económica y Social (Mies) denominado Da dignidad que ha logrado que cada vez más niños y adultos pudieran dejar las calles y reinsertarse a nivel social.
Entre las propuestas del programa se encuentran la posibilidad de que estas familias, con mayor frecuencia en ciudades como Quito, Guayaquil o Cuenca, pueden acceder a créditos especiales, además de charlas y otras actividades.
Eso fue lo que le sucedió a María, una pequeña de 11 años de la provincia de Tungurahua, una de las 24 que componen Ecuador, que en 2016 fue retenida en un orfanato luego de haber sido visualizada pidiendo caramelos y juguetes en plena calle y en Navidad.
La madre, que en el momento no estaba al tanto de la situación de detención, fue comprometida a no enviarla más a la calle a mendigar, algo que sucedió. Actualmente, la familia de María recibe un bono, caramelos y juguetes, prosigue El Comercio.
Pero la buena noticia para esta familia no se queda ahí, pues han logrado invertir la extensión de un crédito otorgado en una vaca y un borrego, algo que permite obtener leche y venderla.
“Con USD 45 a la semana compro alimentos y pago los estudios de mis tres hijos. También produzco habas y papas”, expresa la madre a El Comercio.
En el otro extremo está la familia de Eufemia Mendoza, quien con 70 años ha logrado la mendicidad. Hace 20 años falleció su esposo y ella tuvo que salir a buscar trabajo, algo que no tenía y no le dejaba otra opción que salir a buscar dinero a la calle.
A través de la campaña Da Dignidad la familia de Eufemia accedió a un bono y con ello la posibilidad de alquilar una casa, al tiempo que actualmente se dedica a lavar ropa.
“He logrado reunir y ya mis nietos van a la escuela. Solo necesitábamos un empujoncito”, afirma.
De esta manera, a través de estos testimonios, el programa impulsado hace unos años en Ecuador ha favorecido a que cada vez menos personas estén mendigando en esta época tan especial y muchas familias se han podido reinsertar a la sociedad. Pero el desafío continúa, pues aún hay muchos que mantienen esa condición.
Con información en base a El Comercio