Unos 150.000 jóvenes se incorporan cada año al mercado de trabajo venezolano. Muchos de ellos no logran conseguir empleo, lo cual los obliga a subsistir en la economía informal vendiendo cualquier cosa.
En un reciente foro organizado por el Centro de Estudios Políticos de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), donde se analizó la posibilidad de una transición política para Venezuela en el 2018, la reconocida economista Tamara Herrera presentó unas cifras nada alentadoras. La directora de la publicación Síntesis Financiera proyecta un panorama sumamente complejo pues “el país vive una peligrosa mezcla de elementos que acentúan la crisis”.
Si no se detiene el colapso de Petróleos de Venezuela, la caída de las exportaciones petroleras se ubicará en 8 millardos. “Llevamos cuatro años de caída” -dijo la especialista-; considera que no es exagerado pensar que el dólar puede situarse en 8 millones de bolívares para fines del 2018.
El salario mínimo real está 6.4 veces por debajo con respecto al del año 2000.Las madres venezolanas hacen filigrana con el poco dinero que reciben y la realidad es que el “único aporte” en materia de divisas a la caja venezolana son las “pequeñísimas” remesas, es decir, el dinero que desde el extranjero envían a sus familias quienes se encuentran viviendo en otros países y que, debido al diferencial cambiario, es lo que sostiene el gasto familiar. Son las remesas –de poca monta pero cada vez más frecuentes-, las que están sirviendo de incipiente estímulo financiero, y representan una “solución alternativa” para quienes sobreviven en tierras venezolanas.
La viceministra de Juventud y Deporte informó el miércoles que más de 850.000 jóvenes entre 15 y 35 años de edad se encuentran registrados en lo que han denominado “Plan Chamba Juvenil”, y que definen como un “programa laboral, formativo y productivo creado con el propósito de incluir a la población joven en el desarrollo del nuevo modelo económico implementado en el país”. Pero hay un requisito ineludible: estar inscrito en el partido de gobierno a través de llamado “carnet de la patria”. Sólo quienes lo presenten podrán optar por un empleo.
El “Plan Chamba Juvenil” es un paso más del gobierno de Nicolás Maduro para imponer el estado comunal en el que las relaciones de trabajo se basan en la dádiva y la lealtad política, alertó Froilán Barrios, coordinador del Frente Autónomo de Defensa del Empleo, el Salario y el Sindicato.
Los entendidos han revelado que se contrata de forma individual, en el sector público, a miles de jóvenes en calidad de aprendices ganando un sueldo mínimo. “En Pdvsa, las empresas básicas de Guayana y ministerios, entre otras instituciones del sector público, estos muchachos están excluidos de los beneficios de los contratos colectivos y en cuanto a las condiciones individuales de trabajo tampoco hay claridad sobre el tiempo de duración de los contratos”, manifestó Barrios.
Es muy claro que con esta iniciativa el gobierno incumple la Ley Orgánica del Trabajo y el principio de la Organización Internacional del Trabajo, OIT, sobre el empleo decente con salario suficiente. Igualmente se cuestiona que a los aspirantes al plan laboral se les exija tener el carnet de la patria “porque eso evidencia exclusión”, puntualiza Barrios.
La hiper inflación –en la cual ya estamos instalados- prevista en 6.370%, salario mínimo de 5 millones de bolívares y abrupto desplome de las exportaciones petroleras son algunas de las proyecciones para 2018. La exclusión de grandes contingentes de venezolanos de los programas de asistencia gubernamental agrega leña al fuego. “En tales escenarios –concluía Tamara Herrera su disertación- todo puede suceder, porque el venezolano es un mercado volátil donde “ocurre lo no pronosticado”.
Hoy celebramos a...