Casi dos millones de hectáreas de bosques de la selva peruana, hemos perdido hasta el momento, en los últimos 15 años. La agricultura, la tala ilegal y la minería informal siguen destruyendo el pulmón del mundo.
¿A caso lo verde no está de moda?…
Hasta el 17 de agosto último se talaron 45.000 hectáreas de bosques, según el proyecto de monitoreo de la Amazonía Andina. Estas tierras equivalen a 6.640 campos de fútbol. Mientras que al cierre de 2017 se proyecta perder un total de 155.000 hectáreas. Así lo dio a conocer el viceministerio de Desarrollo Estratégico de los Recursos Naturales, Fernando León, en una publicación del diario La República.
Pese a que en las cifras se observa una reducción, en relación a las 164.000 que se perdieron en el 2016. La deforestación sigue siendo un drama para las comunidades nativas quienes hacen uso a diario de la despensa natural de la AmazonIa.
“La constante pérdida de los productos de este supermercado natural, que es la Amazonía para los pueblos originarios, debe ser un motivo de alarma para el mundo”, puntualizó el funcionario.
Secuelas a la vista
Incluso el ciclo de la pesca, sufre alteraciones con la pérdida de árboles en la Amazonia. Y es que la deforestación interrumpe procesos naturales tales como; la regulación del clima, el aprovechamiento del dióxido de carbono o CO2, el establecimiento de los suelos o pisos ecológicos, y la propia generación de agua o el líquido elemento.
Durante mucho tiempo, las regiones amazónicas padecen el constante avance de la deforestación. Entre el 2001 y el 2016 Perú perdió más de 1 millón 974 mil hectáreas de bosque, según el Ministerio del Ambiente, de esta cifra más de 62 mil pertenecen a diversas zonas de reservas o amortiguamiento.
En el país el 80% de la tala indiscriminada o deforestación provoca una agricultura migratoria, y el 20%, minería ilegal, alteración de uso de suelos entre otras actividades.
¿De qué hablará Francisco con los pueblos originarios?
El vicario apostólico de Puerto Maldonado, monseñor David Martínez De Aguirrre, Guinea, explico a la prensa peruana que al Santo Padre le preocupan estos temas, es por eso que se espera los converse con los pobladores de esta zona de la selva peruana que representa el 13% de la Amazonía.
“¿Cómo estamos construyendo el futuro del planeta?”, se pregunta Francisco, en su segunda Encíclica “Laudato SI”. ¿Es posible conseguir un futuro mejor sin pensar en la crisis socioambiental y en el padecimiento de los excluidos?, se pregunta el Papa.
El 17, 18 y 19 de enero del próximo año los pueblos originarios realizarán por primera vez una Asamblea general amazónica, por este motivo estarán presente más de 3 mil comunidades originarias reunidas en Puerto Maldonado, capital de Madre de Dios. Francisco, compartirá con ellos el último día de cierre de esta asamblea.
¿A qué se compromete el estado peruano?
En los últimos 10 años la falta de articulación entre las entidades estatales del país, generó la inacción para combatir en forma adecuada la deforestación. Ahora lo que se busca es un puente promover un puente entre las iniciativas y el quehacer de los pueblos originarios, argumento el funcionario.
A corto plazo desde las esferas gubernamentales se tiene previsto mejorar las capacidades productivas de las comunidades en el eje Yurimaguas-Loreto, una de las zonas deforestadas. En los ejes en los ejes Tambopata- Inambari, Huanuco-Ucayali y Atalaya.
La presencia del Papa en la Amazonia peruana ha empezado por impulsar el Programa Nacional de Conservación de Bosques, “planes de vida” y actividades económicas sostenibles que sean compatibles con la vida en los bosques. El gobierno peruano incluso impulsará la transferencia de incentivos a las comunidades para proteger estos espacios.
Hoy celebramos a...