Organizaciones defensoras de los inmigrantes envían misiva a la presidenta chilena “En vez de los muros físicos de Trump, en Chile tenemos muros administrativos”.
Así se expresó en las últimas horas el director nacional del Servicio Jesuita de Migrantes (SJM), Pablo Valenzuela, en declaraciones a La Tercera.
“Los migrantes han venido a aportar. Basta de estigmatizarlos y criminalizarlos, paremos esta situación de ilegalidad estructural”, prosiguió Valenzuela, quien considera que es “inaceptable” que la regularización de estas personas dependa de un contrato de trabajo o que sean reconocidos por terceros como “objetos productivos”.
Estas declaraciones surgen en el marco de un encuentro de representantes de la Coordinadora Nacional de Inmigrantes y el SJM que tuvo como fin entregarle a la presidenta Michelle Bachelet una carta solicitando “un proceso de regularización para extranjeros que permanezcan en Chile de forma irregular”, reproduce el medio chileno.
En base a estimaciones de organismos preocupados por este tema, en la actualidad hay unos 200.000 inmigrantes en esta situación. Es por ello que a través de este reclamo de amnistía migratoria procura auxiliar a estas personas que por no tener un documento de identidad se ven impedidos de ejercer sus derechos.
Entre los reclamos se destaca la posibilidad de que puedan obtener una documentación de identidad provisoria.
El SJM vela por la dignidad y los derechos de las personas extranjeras que llegan a Chile acompañándolos en lo que tiene que ver con el proceso de inclusión y en un país “de acogida”, tal cual se ha ido convirtiendo en los últimos años.
Una y otra vez diversas organizaciones, entre ellas las vinculadas a la Iglesia y los propios obispos chilenos, han hecho énfasis en la necesidad de resguardo para estas personas.
Por ejemplo, la última carta pastoral presentada a finales de octubre de parte del Comité Permanente del Episcopado se tituló “Chile, un hogar para todos”.
En esta carta el tema de los inmigrantes, al igual que otros que también generan preocupación, fue mencionado de manera particular.
“Los inmigrantes, muchas veces sufrientes y solos, deben ser acogidos, protegidos, integrados y promovidos en una fraternidad real y sincera (…) ofreciéndoles condiciones dignas y humanas de vida y trabajo, evitando todo tipo de discriminación. La Iglesia abre sus puertas para acogerles”, reproduce la Conferencia Episcopal de Chile (CEC).
Haitianos, dominicanos, venezolanos, colombianos, ecuatorianos, entre otros, forman parte de esa gran comunidad de extranjeros que vieron en Chile el lugar para hacer realidad sus sueños tras dejar sus tierras y a muchos seres queridos. En manos de los chilenos, las decisiones de sus autoridades y la capacidad de sensibilizar de las diversas organizaciones está la gran oportunidad de que este país le siga mostrando al mundo su mejor cara para con aquel que llega de lejos.
Con información en base a La Tercera y CEC.