El Pontífice lamenta la matanza ocurrida el 5 de noviembre en una iglesia Baptista en Sutherland Springs “Profundamente entristecido por la noticia de la pérdida de vidas y de los heridos de gravedad a causa del acto de violencia insensata perpetrado en la Primera Iglesia Baptista de Sutherland Springs”, se lee en telegrama publicado este martes 7 de noviembre de 2017 por la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
El Papa ruega se transmitan “sus sentidas condolencias a las familias de las víctimas y a los heridos, a los miembros de la congregación, y a toda la comunidad local”.
El telegrama enviado a través del cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolín estaba dirigido al Arzobispo de San Antonio, Gustavo Garcia-Siller, M.Sp.S.
Por último, pidió a “nuestro Señor Jesucristo que consuele a todos los que lloran y les conceda la fuerza espiritual que triunfa sobre la violencia y el odio por el poder del perdón, la esperanza y el amor reconciliador”.
El atacante ingresó a la iglesia poco antes del mediodía y abrió fuego durante el servicio religioso dominical, al que asisten usualmente cerca de 50 personas, indicó el sitio web del diario Dallas Morning News.
Se trata del peor atentado ocurrido en un templo religioso en la historia de Texas y el quinto, en general, en Estados Unidos. El balance mortal es de 26 muertos y 20 heridos.
Más de una decena de niños y una mujer embarazada forman parte de la lista de víctimas mortales de la matanza.
Según la prensa local, Devin Kelley, el autor del masivo tiroteo recibió dos disparos de un vecino cuando huía y después se suicidó de un tiro en la cabeza.