¿O acaso el WhatsApp no te ha jugado alguna vez una mala pasada?
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De vez en cuando nos viene bien pararnos a pensar en nuestra manera de comunicarnos. Y no solo estoy hablando de lo que comunicamos sino del cómo, el dónde y el con quién.
Suele pasar que el mensaje que queremos transmitir no llega como nosotros deseamos a la persona a la que nos dirigimos. A veces falla el emisor, cuya comunicación no verbal también comunica; otras veces, el error está en el mensaje, en el uso de las palabras, en el tono; muchas veces el receptor es el que malinterpreta; y por último, es el medio o canal escogido el que en muchas ocasiones altera este proceso de comunicación interpersonal.
Este corto que os presento a continuación es un buen ejemplo de la acumulación de todos estos errores pero sobre todo del último que os acabo de mencionar, el del canal de comunicación empleado.
Muchos de nosotros podemos sentirnos identificados pues, ¿acaso el WhatsApp no se ha convertido en una de las principales herramientas de comunicación con tu entorno social y profesional?
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