Hay proyectos con refugiados que son un éxito. Y la respuesta de las universidades católicas, que son más de 200 en el mundo reunidas en la FIUC (Federación Internacional de Universidades Católicas), es positivo y eficaz, tal y como se está viendo estos días en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, donde se celebra el congreso, lo que es “un signo de esperanza”, según sus organizadores.
Acogida, estabilidad, oportunidades, responsabilidad social, identidad, vulnerabilidad, reto y integración son algunas de las palabras clave que se oyen estos días, con participantes que vienen de México, Iraq, Alemania, Estados Unidos, Santa Sede, Suiza, Irlanda, Australia, Chile, Líbano o Francia, entre otros.
El encuentro mundial se llama “Refugiados y migrantes en un mundo globalizado: responsabilidad y respuestas de las universidades”, y ha implicado a la FIUC, a la Fundación Being the Blesseing, al Center for Interreligious Understanding y a la Pontificia Universidad Gregoriana.
Iraq ha despertado mucho interés en este congreso. Stephen Rasche, de la Catholic University of Erbil, en Iraq, ha compartido historias de su martirizada tierra, y su misión ha sido asegurar que como institución de la Iglesia Católica, en su Universidad insisten en la importancia de ofrecer a la gente “esperanza y dignidad como seres humanos”, y ha explicado que es “importante tener presente la gente que no quiere emigrar ni ser desplazada y que desea quedarse en sus lugares y no irse”.
Rosalinda Corbi, Harambee Afrca International, después de explicar casos de éxito en Kenya y Nigeria entre universidades y su relación con escolares, ha reconocido que la corrupción es un enorme obstáculo para establecer proyectos, pero ante esto su actitud es que “resistir ayuda a ser visto como persona distinta y te respetan”.
Maryse Tannous Jomaa, de la Universidad Saint-Joseph en Beirut (Líbano), ha comentado la enorme presión que ejerce la realidad migratoria en su país: de 4 millones, 1 son refugiados de Siria. Esta doctora ha ilustrado todas las acciones que su centro universitario acoge y promueve, desde encuestas entre estudiantes para detectar la actitud ante los refugiados hasta proyectos de investigación con instituciones internacionales o conferencias que desde el Líbano ofrecen en todo el mundo para explicar su posición y acogida.
Desde Alemania llega una original propuesta llamada Universidad del Silencio. Justin Fonkey y Kirsten Ben Haddou han presentado la Universidad del Silencio (The Silent University) una plataforma alternativa para refugiados y solicitantes de asilo con un pasado académico. Sus actividades se centran en sostener redes interculturales y canalizar los talentos de refugiados que provienen de centros académicos. Inició en Londres por el artista curdo Ahmet Ogut para compartir conocimiento. No te puedes graduar en esta universidad, sino que es una plataforma que ofrece a escuelas el talento y el conocimiento de los nuevos llegados a un país y se aprovecha su nivel de expertos para mantenerlos vivos y en crecimiento.
Más información en www.2imre.org (Iniciativas Internacionales para Educación sobre Migración y Refugio).
Hoy celebramos a...