Aunque la mayor parte de las personas ahorcadas en la ola de histeria del las "brujas" entre los colonos de Massachusetts del siglo XVII eran puritanas, Ann “Goody” Glover era una inmigrante irlandesa católica romana.
Los problemas para la Glover (el apelativo “Goody” es abreviación de Goodwife, el equivalente de “Señora” en la época) comenzaron poco después de 1680, cuando esta lavandera viuda empezó a trabajar para la familia Goodwin en Boston.
Según un relato del Irish Times, la Glover y su hija Mary fueron expulsadas después de que Mary fuese acusada de haber robado vestidos a la familia Goodwin.
Poco tiempo después de que las Glover se fuesen, en verano de 1688, cuatro de los niños de la familia Goodwin empezaron a acusar síntomas inexplicables, y se llamó a un médico para que los visitase.
Los gritos de los niños eran “lamentables y estridentes", y el desplazamiento del dolor de una parte [del cuerpo] a otra era constante e inexplicable”, refiere la obra de James Bernard Cullen de 1889, The Story of the Irish in Boston.
En una época en que la intolerancia anticatólica era la norma y en que crecía la histeria de la brujería, esta última era condenada muy duramente, y las Glover fueron consideradas las brujas responsables de los problemas de los niños.
El reverendo Cotton Mather, entonces el principal ministro puritano de Boston, durante su estudio del caso definió a Goody Glover como una “idólatra católica romana”. Tras haberla interrogado, Mather refirió que la pobre mujer rezaba a muchísimos espíritus, prueba que fue usada contra ella en el proceso. Hoy se piensa que estos espíritus no eran demonios, sino santos católicos.
Cuando se le ordenó que rezara el Padrenuestro en el proceso, la Glover, que según muchos historiadores no conocía muy bien el inglés, lo hizo en una mezcla de gaelico y latín imperfecto, confirmando su culpa en la mente de los acusadores.
La Glover fue ahorcada en Boston el 16 de noviembre de 1688. Según Robert Calef, un mercader de Boston que la conocía, “Goody Glover era una pobre vieja loca y despreciada, una católica irlandesa que fue sometida a juicio por haber hecho daño a los niños Goodwin. Su comportamiento durante el proceso fue el de una persona distraída. Se la calificó de cruel. Las pruebas contra ella eran del todo insuficientes. El jurado la consideró culpable. Fue ahorcada. Murió como católica”.
Cuatro años después de su ejecución, la histeria contra la brujería llegó a su pico en Salem, donde 19 “brujas” fueron condenadas a la horca.
Trescientos años después del ahogamiento de la Glover, en 1988, el Boston City Council proclamó el 16 de noviembre “Goody Glover Day” en su recuerdo. Una placa dedicada a la memoria de “Goodwife Ann Glover” dice así: