El Pontífice lamentó que sentimientos de intolerancia “a menudo están motivados por la desconfianza y el miedo hacia el otro, al diferente, al extranjero”“Queridos hermanos y hermanas, no os oculto mi preocupación por los signos de intolerancia, discriminación y xenofobia que existen en diferentes regiones de Europa”, dijo el papa Francisco este 22 de septiembre de 2017 al recibir en audiencia a los directores nacionales de la pastoral para los migrantes.
El Papa tuvo estas palabras duras y firmes ante participantes en el Encuentro promovido por el Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa (CCEE) en curso en Roma en la Bonus Pastor, del 21 al 23 septiembre 2017.
En la Sala Clementina del Palacio Apostólico, la voz del Papa se alzó por los últimos llegados a Europa o por aquellos que ni siquiera llegan con vida.
“Me preocupa todavía más la triste constatación de que nuestras comunidades católicas en Europa no están exentas de estas reacciones defensivas y de rechazo, justificadas por un no especificado “deber moral” de preservar la identidad cultural y religiosa original”.
El Pontífice que desde el inicio del pontificado ha deseado una Iglesia “pobre para los pobres” y un mayor compromiso de los católicos en materia de justicia social, hoy se lamenta a cuentas hechas que en materia de solidaridad, la Europa cristiana ha reprobado en esa prueba cristiana.
“La iglesia se ha extendido a todos los continentes gracias a la “migración” de los misioneros que estaban convencidos de la universalidad del mensaje de salvación de Jesucristo, destinado a los hombres y mujeres de todas las culturas”, aseguró.
Asimismo rememoró: “En la historia de la Iglesia no han faltado tentaciones de exclusivismo y atrincheramiento cultural, pero el Espíritu Santo siempre nos ha ayudado a superarlas, asegurando una apertura constante hacia el otro, considerada como una verdadera oportunidad de crecimiento y enriquecimiento”.
Sin embargo, el Papa no alza la voz para regañar sino para destacar lo mucho que hay por hacer y en este sentido destacó el acompañamiento de Dios.
“El Espíritu, estoy seguro, nos ayuda también hoy a mantener una actitud de apertura confiada, que nos permite superar cualquier barrera, saltar por encima de cualquier muro”.
Francisco invitó de nuevo a seguir tres verbos para asumir los desafíos de la migración contemporánea: acoger, proteger, promover, integrar. Explícitos y desarrollados bien en el Mensaje para la Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado del año 2018.