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Un guardiacárcel que estudió Sociología junto con los presos que vigila

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Esteban Pittaro - publicado el 11/09/17
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Rodrigo Altamirano conseguirá su título el día 18. Con su esposa, quiso dar ejemplo a sus hijos sobre lo importante que es la educación

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El guardiacárcel argentino Rodrigo Altamirano aprovechó las oportunidades de estudio que se abrían para favorecer la educación y la reinserción de los presos de su penal. No era su idea cuando ingresó a la Unidad 48 en la que se desempeña. Pero con su esposa docente, apostaba a con el ejemplo mostrarle a sus hijos la importancia de la educación. Y estudió sociología, rodeado de los presos que tenía que cuidar.

Como relató al diario La Nación, los primeros días fueron tensos. De los 90 estudiantes del Centro Universitario que funciona en este penal, sólo 5 son agentes penitenciarios. “Con el tiempo, entre cursadas y mates se fue relajando la situación. Mi perspectiva era la de un estudiante, no me fijaba quién tenía al costado. Fuimos quebrando de a poco ese antagonismo histórico entre agentes y presos”, relató.

Su tesis para obtener el título por la Universidad de San Martín es de Educación en contextos de encierro. La defenderá el 18 de septiembre. Será el primer agente penitenciario en haber estudiado sociología junto a los presos que debía cuidar en América Latina. En ninguna otra prisión de América Latina se da lo que en este penal, la posibilidad de que presos y guardiacárceles estudien juntos.

En el Centro Universitario de este penal, como hemos informado en Aleteia, es profesor invitado el premio Nobel de Literatura John Coetzee. Si hubiese estudiado en otra Universidad fuera de los muros del Penal, su trabajo, Rodrigo Altamirano no lo hubiese tenido de profesor. Si no se hubiese animado a estudiar con los presos a los que debía cuidar, no lo hubiese tenido.

En el mismo penal, pero para aquellos que les atrae más el deporte que el estudio, otros agentes penitenciarios comparten actividad con los presos. No en la biblioteca, sino en el Coliseo, como se denomina el predio deportivo del Penal, inicialmente acondicionado para el rugby pero que sirve para deportes como el fútbol. Los Espartanos, equipo de rugby integrado por presos al que el Papa Francisco ha recibido y ha enviado cariñosos mensajes, se enfrenta al equipo de los agentes del penal. El clima es amistoso, ¿qué mejor que aprovechar un cálido mediodía de agosto para jugar al fútbol? Nadie regala nada en un partidazo que termina 4 a 3 a favor de los agentes penitenciarios, en un Coliseo que acababa de ser reinaugurado.

Fueron los presos los que consiguieron que El Coliseo sea un fantástico espacio para el deporte. Como equipo de rugby formado y apoyado por ex deportistas de alto rendimiento de este deporte, han logrado alcanzar no sólo los oídos del Papa Francisco, sino de numerosas personas y empresas que apoyan las actividades que se hacen desde su fundación. Y como hemos informado en otras ocasiones, el impacto en el descenso de la reincidencia de aquellos que integraron el plantel de los Espartanos, es notable.

En la Unidad Penitenciaria 48 se vive una de las máximas que están en boga en las conferencias internacionales de marketing de empresas de servicios: crear una buena experiencia del consumidor/usuario/cliente puede crear una gran experiencia para el empleado. En este penal, la buena experiencia de los presos es definitivamente una buena experiencia para los guardiacárceles.

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