Los perfeccionistas ayudan a que el mundo siga girando. Los necesitamos para que sean neurocirujanos, contables y editores. Pero el perfeccionismo también puede conducir con gran facilidad al desaliento, sobre todo en la vida espiritual. En última instancia se encuentra el orgullo, pero se manifiesta como un abatimiento porque siempre hay algo que podría o debería haberse hecho mejor o de forma diferente, en vez de sentir una humilde aceptación de nuestros errores y la resolución de seguir intentándolo.
Si amar fuera tan fácil como hacer que cuadren unas cuentas y ser minucioso con los detalles…
En vez de recoger los pedazos después de una caída —con la actitud, digamos, de la humilde santa Teresa*—, los perfeccionistas pueden verse fácilmente descorazonados por su pecado, por el hecho de que solamente somos polvo y que, a fin de cuentas, incluso “el justo” cae “siete veces”.
El Sagrado Corazón es una devoción de consuelo para este tipo de problemas. Nos recuerda que Cristo está ahí para amarnos, sin más, sí o sí. Y podemos contar con su poder para redimir aquello que debería haberse hecho mejor.
Un perfeccionista desalentado por la constante falta de perfección en su alma puede dormir en paz al término de cada día con esta oración:
Oración en reparación por nuestros errores diarios
Eterno Padre te ofrezco el Sagrado Corazón de Jesús con todo su amor, todos sus sufrimientos, y todos sus méritos:
Primero: Para reparar los pecados que he cometido en este día y durante toda mi vida.
Gloria al Padre…
Segundo: Para purificar el bien que he hecho con negligencia en este día y durante toda mi vida.
Gloria al Padre…
Tercero: Para suplir a las buenas obras que debería haber hecho y que descuide en este día y durante toda mi vida.
Gloria al Padre…
(Esta oración y muchas otras devociones al Sagrado Corazón pueden encontrarse en el encantador y elegante libro encuadernado en cuero Sacred Heart of Jesus Prayer Book [Libro de oraciones del Sagrado Corazón de Jesús], publicado por Pauline Books y Media).
* “¡Qué dulce es, Madre querida, el camino del amor! Es cierto que se puede caer, que se pueden cometer infidelidades; pero el amor, haciéndolo todo de un sabor, consume con enorme rapidez todo lo que puede desagradar a Jesús, no dejando más que una humilde y profunda paz en el fondo del corazón” (Santa Teresa, Historia de un alma).
Hoy celebramos a...