No es una carta cualquiera: está dirigida a los Reyes Católicos y habla del descubrimiento de América
¿La carta que narra el descubrimiento de América? Se conservaba en el Vaticano. Pero desapareció en algún momento del siglo XX, y fue encontrada hace muy poco tiempo en Estados Unidos (Wall Street Journal, 29 agosto).
El documento es la copia impresa de una misiva escrita a mano por Cristóbal Colón en 1493, para ser enviada a los soberanos españoles Fernando e Isabel, bajo cuya protección Colón pudo realizar sus viajes a América. La Epistola Christofori Colom. – este es su nombre en los catálogos vaticanos – fue recogida en una publicación de cuatro páginas en las que daba la noticia al mundo del sensacional descubrimiento.
¿Cómo llegó y desapareció del Vaticano?
Se imprimieron 500 copias de este escrito, y sólo unas pocas sobrevivieron a las vicisitudes del tiempo.
En particular, este ejemplar llegó a los archivos vaticanos en los años 20 del siglo XX, y en 1934 fue incluida en una antología de impresiones del siglo XVI. Y después – no se sabe con certeza el momento – desapareció y fue sustituida por una falsa (Huffington Post, 29 de agosto).
El actual poseedor de la copia auténtica, un cierto Robert Parsons – coleccionista de manuscritos de literatura de viajes – adquirió el documento en el año 2004, por la no despreciable cantidad de 875.000 dólares, cuando el lote fue puesto a la venta – parece que de buena fe – por un comerciante.
Las investigaciones, en todo caso, no han logrado aclarar quién llevó a cabo el robo, y cómo hizo para sacarlo de los muros vaticanos sin levantar sospechas.
La decisión de la viuda
El comprador, Parsons, murió en 2014, y las cartas fueron heredadas por la viuda. Sin embargo, hasta principios de 2017 no se pudo certificar el robo, cuando se pidió a la viuda que permitiera que un experto nombrado por el gobierno americano la examinase, comparándola con la existente en San Pedro.
“Tras un examen atento de las dimensiones de las páginas, de las notas a lápiz y de la encuadernación, el experto llegó a la conclusión de que la copia original era la que estaba en posesión de Mary Parsons, y que la que se conserva actualmente en el Vaticano no es más que una falsificación”, se lee en el documento que ha emitido la magistratura estadounidense, y en el que se reconoce que la mujer no tenía conocimiento del robo de la carta.
La señora Parsons se ha manifestado de acuerdo en devolverla alVaticano.