Fallecida este 28 de agosto de 2017, Mireille Darc no sólo fue una gran actriz icono del cine francés, sino que también dirigió varios reportajes, entre ellos uno que se interesa por tres comunidades religiosas
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Después de Jeanne Moreau el pasado 31 de julio, el cine francés pierde a otra de sus grandes figuras femeninas: Mireille Darc. Con 79 años, la actriz es conocida sobre todos por sus papeles en Pouic-Pouic, donde actúa con Louis de Funès, en Les Barbouzes, junto a Lino Ventura, y en Le grand blond avec une chaussure noire, donde lleva su legendario vestido negro.
“Nos abandona una gran figura del cine francés. Mireille Darc era una actriz de talento, una mujer de valor y de compromiso”, comentó en Twitter la ministra de Cultura francesa, Françoise Nyssen.
Como directora, también realizó varios reportajes para la televisión, para France TV, entre ellos, Vivre d’amour. Emitido el jueves 12 de abril de 2007 a las 14h30 en France 5, esboza un retrato de mujeres pertenecientes a tres comunidades religiosas diferentes: las javerianas, las carmelitas y las hermanas de Jerusalén.
Une grande figure du cinéma français nous quitte. Mireille Darc était une actrice de talent, une femme de courage et d’engagement
— Francoise Nyssen (@FrancoiseNyssen) August 28, 2017
“¿Por qué algunas mujeres consagran su vida a la búsqueda de Dios? ¿Qué les motiva?”, pregunta el documental. “Aunque los practicantes sean menos numerosos, la vocación sigue conservando un lugar eminente en el seno de la Iglesia católica”, constata.
A través de sus diversos reportajes, esta mujer que ha escogido su nombre escénico en referencia a Juana de Arco y “Arc, el río de su infancia”, siempre explicaba que se interesaba sobre todo en las mujeres, cuyo corazón aspiraba a conocer.
Así, Mireille Darc explica: “Intento precisamente conocer y comprender al otro”. Desde el universo carcelario al de la prostitución, pasando por la industria del cine X, Mireille Darc trataba cada vez de interesarse en profundidad por las personas que filmaba.
“Intento precisamente conocer y comprender al otro”, explicaba evitando hacerse pasar por periodista. En relación a Vivre d’amour, aunque Darc confesaba ser “profundamente cristiana”, quiso interesarse por una elección de vida muy diferente de la suya, la de seguir a Dios.
Tres comunidades, un mismo compromiso
Miembros de la familia ignaciana, las javerianas fueron fundadas en 1921 por Claire Monestès y reconocidas por la Iglesia el 4 de febrero de 1963, durante el Concilio Vaticano II. Toman su nombre de Francisco Javier, misionero próximo a Ignacio de Loyola.
Por su lado, las carmelitas son más antiguas, ya que su fundación se remonta al siglo XII. Tras un cierre en 1792, durante la Revolución francesa, la orden es restaurada en el siglo XIX.
Por último, fundadas en 1975 por el padre Pierre-Marie Delfieux, las hermanas de Jerusalén pertenecen al movimiento carismático. Por tanto, tres comunidades muy diferentes pero que pertenecen a un mismo compromiso en el catolicismo.
Una elección de comunidades que en realidad le fue impuesta a Mireille Darc, ya que fueron las únicas que le respondieron de forma favorable, después de haber llamado a numerosas puertas.
Para realizar su reportaje, vivió con las religiosas, durmió en las mismas celdas y compartió las mismas comidas. Les da la palabra a las hermanas y también a Anne, religiosa durante siete años, casada y profesora de filosofía ya en el momento de la elaboración del reportaje. Se evocan la soledad, la castidad, el aislamiento y, por supuesto, la fe. Un documental que permite entender mejor este compromiso.
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