El mexicano Javier Garza, de 30 años y que se prepara para ser sacerdote, cautiva en las redes con sus imágenes de espiritualidad
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Se llama Javier Garza, tiene 30 años de edad, y busca ordenarse sacerdote a través de la Orden de los Frailes Menores Capuchinos, aunque ya miles de personas lo conocen como “Fray Foto” o “Fray Fotógrafo”.
Es ya una referencia en las redes sociales: en Facebook cuenta con casi 8.000 seguidores; en Twitter, @javierofmcap tiene más de 11.000, y en Instagram (javierofmcap) casi 6.000. En entrevista para “Desde la fe”, explica cómo surgió su pasión por la fotografía y cómo combina perfectamente su vida religiosa con la lente.
Fue apenas en enero pasado cuando Javier Garza hizo sus votos perpetuos para sellar su compromiso con Dios y asumir la vida religiosa para toda la vida. Actualmente continúa con sus estudios de Teología, y el próximo año será ordenado diácono; “y si Dios quiere, en un año más me estaría ordenando sacerdote, posiblemente en Monterrey”.
Su pasión por la fotografía comenzó en un retiro de noviciado en la Sierra de Chihuahua, en el que reflexionaba sobre lo que Dios quería de su vida; le habían regalado al seminario una pequeña cámara digital, que llevaba consigo. “En mis ratos libres salía con la cámara y tomaba fotografía de los paisajes; la casa en la que vivía se prestaba para contemplar y practicar un poco la auto-fotografía con un pequeño selfie stick; y también retrataba ciertos símbolos como el hábito o la cuerda”.
Fue tanto su interés en el funcionamiento de la cámara, que en la primera oportunidad que tuvo se dirigió a la localidad más cercana y compró una revista especializada en fotografía para conocer más aspectos técnicos.
Cuando terminó su retiro volvió a Monterrey, y a través de tutoriales en internet comenzó a aprender más del tema: “ha sido la práctica, pero también el Espíritu Santo; creo que Él me ha llevado a contemplar la obra de Dios de una manera muy particular, a través de la lente”.
Javier Garza recordó un hecho muy curioso que le pasó en un momento complicado de su vida, pues se planteaba seriamente si realmente era Este su camino: “Un día, viendo las imágenes, me di cuenta que lo que transmitía a través de ellas era mi proceso de fe, en ellas estaba mi modo de ver las cosas, mis sentimientos; por eso mi primera exposición se llamó ‘Identidad y Pertenencia’, porque si bien todo había empezado como un juego, las imágenes reflejaban lo que estaba pasando en mí, mostraban quién era yo, y a dónde pertenecía. Eso me aclaró el camino”.
Más tarde, en la Sierra de Sonora hizo un trabajo fotográfico con los indígenas Timas, con la finalidad de poder transmitir su identidad y espiritualidad –aunque muchos no son católicos–, ejercicio que aprovechó para reforzar las suyas como franciscano.
“Fray Foto” dijo que le encantaría reproducir en imágenes dos lugares: Asís y Tierra Santa, porque son lugares que forman parte de su esencia espiritual; en tanto, sus habilidades artísticas las aprovecha para solventar sus estudios religiosos y los de algunos de sus compañeros.
Artículo originalmente publicado por Desde la fe