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3 pequeñas cosas que deberías hacer antes del mediodía

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Awebic - publicado el 22/08/17
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Una buena mañana y, por lo tanto, un buen día, no son experiencias que se dan mágicamente, se hacen conscientemente

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La mayoría de nosotros nos distraemos al inicio de todas la mañanas y, por lo tanto, tropezamos en el transcurso del día con menos intención y mucha frustración innecesaria.

Nos olvidamos de que las horas de la mañana antes del mediodía son muy importantes, y que esas horas forman la base de todo el día.

Nos olvidamos de que la forma en que escogemos pasar esas horas diariamente puede usarse para prever el tipo de días que vamos a tener y, finalmente, el tipo de vida que vamos a vivir.

Por eso, las actividades triviales -verificar las redes sociales, ver la televisión, preocuparse con cosas que no podemos controlar, etc.- suelen definir el tono de cada día.

Eso significa que desperdiciamos mucho tiempo y energía en cosas que no importan, mientras poco a poco perdemos contacto con las partes significativas y controlables de nuestras vidas que realmente importan.

Por otro lado, tener horas en la mañana reflexivas y deliberadas -en general, a partir del momento en que nos despertamos hasta el mediodía- nos permite restablecer una sensación de control significativo, colocándonos en el “asiento del conductor” para que podamos comenzar a vivir más intencionalmente de nuevo.

Rituales matinales: pequeñas cosas que cambiarán tu vida

¿Por qué antes del mediodía, y no al inicio de la mañana?

Porque no todas las personas se levantan demasiado temprano, ni todos tenemos los mismos horarios.

Implementa poco a poco los tres rituales de la mañana descritos a continuación y mira cómo cambia todo.

A lo largo de las semanas, tus mañanas tendrán bases sólidas que producirán resultados positivos de forma consistente. Tu “yo del futuro” no sólo te agradecerá una nueva rutina matinal, sino también servirá de inspiración para amigos y familiares.

Si no estás haciendo ninguna de estas cosas antes del mediodía hoy, empieza con la primera, e intenta añadir la segunda… Un paso cada vez.

  1. Lava los platos cuando termines el café de la mañana

Estás haciendo la comida más importante del día, ¿verdad?

Perfecto.

Ahora puedes aprovechar tu café de la mañana para fortalecer tu autodisciplina.

La autodisciplina es una habilidad vital que debe mejorarse. Finalmente, es la capacidad de superar distracciones y hacer las cosas más importantes.

¿Sabes cuál es una de las formas más fáciles y eficaces de construir y mantener un ritual diario de autodisciplina?

Empieza poco a poco todas las mañanas. Poco a poco.

Simplemente lavando los platos después del café de la mañana, con una sonrisa en la boca.

Sí, precisamente eso, literalmente lavar los platos con las propias manos.

No dejes nada para más tarde.

Cocina una comida saludable. Empieza haciendo algunos abdominales. Medita algunos minutos. Y así en adelante.

  1. Usa el ejercicio para entrenar tu cuerpo y tu mente (durante 15 minutos o menos)

La actividad física es un ejercicio que impone un nivel considerable de esfuerzo mental y físico para estimular el crecimiento.

Y casi instantáneamente implementa una sensación positiva de autocontrol en tu subconsciente, incluso cuando otras circunstancias en tu vida parecen caóticas.

En un mundo inmenso que muchas veces está más allá de tu control, el ejercicio físico se vuelve un espacio personal donde puedes entrenar y recuperar el dominio de tu mundo.

Cuando empiezas tu día así -en el control- el mundo se vuelve un lugar mucho más fácil de navegar.

Además de eso, un ritual de ejercicio diario consistente cambia literalmente el funcionamiento interno físico de tu cerebro.

En el libro best-seller “Spark: La Nueva Ciencia Revolucionaria del Ejercicio y el Cerebro”, el Dr. John Ratey discute los datos que recogió durante años investigando las alteraciones neurológicas causadas por el ejercicio físico.

Él afirma:

“El ejercicio es la herramienta más poderosa que tienes para optimizar tu función cerebral. La actividad aeróbica tiene un efecto enorme sobre la adaptación, regulando sistemas que pueden estar fuera de equilibrio y optimizando aquellos que no están -es una herramienta indispensable para quien quiere alcanzar su potencia total”.

De una manera menos científica y más empírica, te darás cuenta que el ejercicio puede ser una medicina universal para todas las enfermedades mentales humanas.

Disminuye drásticamente la depresión leve y moderada, reduce la ansiedad, contrapesa los efectos negativos del estrés excesivo. Y lo mejor es que obviamente la actividad física no es sólo un entrenamiento mental, sino también el físico.

  1. Vive el presente a través de la meditación (durante 15 minutos o menos) 

Un ritual de meditación de 15 minutos por la mañana puede ser especialmente más difícil que los otros rituales para la mayoría de los principiantes.

Durante los primeros intentos de meditación, la mayoría de los novatos tiende a considerar casi imposible calmar la mente. Debido a eso, muchos de nosotros intentamos meditar una o dos veces y no entendemos el valor en la práctica -porque la percepción de control y bienestar no aparece inmediatamente como los ejercicios físicos.

Pero con disciplina y paciencia, la meditación puede ser muy poderosa porque proporciona un nivel de control más profundo que, en última instancia, plantea lo que está atrapado dentro de nosotros.

La meditación nos conecta con nuestro “verdadero yo” permitiendo acceder a todas las áreas de nuestra mente y de nuestro cuerpo – generalmente distraídas y desconectadas.

Los beneficios más prácticos de la meditación se resumen en:

1 . Reduce el estrés mental.

2 . Aumenta la presencia mental (consciencia).

Y cuando llevamos una presencia más relajada a las primeras horas de la mañana -la base de nuestro día-, eso hace que todo lo que pase después sea mucho más fácil de lidiar.

Y con esa consciencia y aceptación, encontramos mejores soluciones, maneras más saludables de lidiar con el prójimo y un sentido general de que las personas son más amigables.

Por otro lado, cuando estamos estresados y distraídos en las primeras horas de la mañana, nuestra mente está dividida y desgastada.

Una parte está firmemente enfocada en todo lo que está presionándonos, mientras que la otra está prestando una atención mínima a las tareas que necesitan realizarse rápidamente.

Mira cómo meditar por la mañana (existen muchas técnicas de meditación, esta es sólo una de ellas):

1 . Siéntate derecho en una silla con los pies en el piso.

2 . Descansa tus manos cómodamente en tus piernas.

3 . Cierra los ojos.

4 . Concéntrate en tu respiración durante 15 minutos (o menos si te parece mucho).

El objetivo es pasar todo el tiempo centrado solo en el movimiento de inspirar y expirar, lo que evitará que tu mente vague preocupada o piense demasiado.

Recuerda, lo más importante es la constancia.

Los tres rituales matutinos mencionados arriba no significan nada si no son realizados de forma constante. Una única mañana lavando los platos, haciendo ejercicio y meditando en silencio no hará milagros.

Es el efecto compuesto por las acciones simples, aparentemente mundanas, a lo largo del tiempo, lo que lleva a resultados positivos y que alteran la vida para mejor.

No hay nada emocionante en limpiar platos, hacer ejercicio y sentarse a meditar durante un corto tiempo todas las mañanas, pero al hacerlo, retomarás el control de tu vida.

Así como todos los músculos del cuerpo, la mente necesita ser entrenada para ganar fuerza. Esta necesita ser trabajada con perseverancia para crecer y desarrollarse a lo largo del tiempo.

Y es exactamente eso lo que los tres rituales de la mañana te permiten hacer.

 

(Adaptado de marcandangel.com. A través de Awebic)

 

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