Por fin las series superheroicas de Netflix convergen en The Defenders, que en sus ocho episodios reúne a sus cuatro grandes protagonistas
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Hasta el momento, Marvel Television había eludido de forma cuidadosa que los cuatro superhéroes principales de su universo particular –integrado dentro del Marvel Cinematic Universe, pero sin compartir personajes ni actores con el mismo– se entrecruzaran en sus series individuales: sólo algunos de sus secundarios habían reincidido en varias de dichas historias.
Pero es que, incluso en la propia miniserie que los reúne de forma definitiva, The Defenders, hay que esperar al tercer capítulo para que Matt Murdock (Charlie Cox), Jessica Jones (Krysten Ritter), Luke Cage (Mike Colter) y Danny Rand (Finn Jones) se encuentren por primera vez… Si bien los showrunners de la miniserie, Douglas Petrie y Marco Ramirez, son lo bastante inteligentes como para hacerles compartir ya allí su primera secuencia de acción conjunta, demostrando lo que los fans ya sabíamos: que el interés del producto se eleva, y de qué manera, cuando los superhéroes comparten pantalla.
Los cuatro capítulos que he tenido la oportunidad de ver de The Defenders siguen el camino, tanto formal como argumental, de las producciones Marvel/Netflix anteriores.
Es decir que, por un lado, sirven de continuación de las historias de Daredevil e Iron Fist –de hecho, la primera secuencia de la miniserie puede considerarse una secuela directa de esta última–, hasta el punto de que Petrie y Ramirez aprovechan para hilar algunos de los flecos dramáticos que se habían quedado sueltos en aquéllas.
Pero, al mismo tiempo, también intentan respetar el planteamiento visual de todas sus antecesoras –de hecho, los dos primeros capítulos son toda una exhibición técnica por parte del director de fotografía, Matthew J. Lloyd, que le da un tratamiento distinto a cada uno de los personajes–, creando, pese a las diferencias formales, una cierta sensación de continuidad.
Cierto es que la miniserie arrastra también la (irritante) tendencia a verbalizar y a sobreexplicar los conflictos que caracteriza a los diálogos de sus showrunners, así como los errores de casting heredados de las anteriores series –tanto a Jones como a Élodie Yung les faltan prestaciones interpretativas como para hacer justicia a sus respectivos personajes–…
Pero todo ello queda, hasta cierto punto, compensado por el tono desenfadado que caracteriza a la propuesta, y que provoca que el angst intrínseco a los personajes de Cox y Ritter quede relativizado –y en algunos momentos, incluso ridiculizado– por el espíritu pop de la historia, lo que incluye los planes jamesbondianos de la villana de la función, Alexandra (Sigourney Weaver), mucho más relacionada con los enemigos de las anteriores series de lo que, a primera vista, pueda parecer.
Como no podía ser de otra manera en una producción de Marvel/Netflix, uno de los puntos álgidos de la serie son las peleas, coreografiadas, en esta ocasión, por Matt Mullins, que como Lloyd a nivel fotográfico, ha tenido que asumir una tarea difícil: mezclar las distintas técnicas de enfrentamiento físico de sus protagonistas de forma que se complementen, se enriquezcan y no pierdan brillantez en esa convivencia en la pantalla…
Y lo cierto es que ha logrado, con la ayuda de los propios actores, desarrollar esos estilos de forma natural a través de las diversas set pieces que incluyen, al menos, los primeros capítulos de The Defenders.
Título original: The Defenders
Temporadas: 1 (primera emisión: 18-08-17) 8 episodios
Canal: Netflix
Creador: Douglas Petrie, Marco Ramirez
Género: Superhéroes
Intérpretes: Charlie Cox, Krysten Ritter, Mike Colter, Finn Jones, Élodie Yung, Sigourney Weaver