El arzobispo de Caracas cuestiona la injerencia del régimen comunista de Cuba y del gobierno de Donald Trump “La crisis que sufrimos los venezolanos es tan grave que ahora surge un problema externo, las amenazas de una opción militar por parte del presidente Donald Trump”. Así lo alertó el cardenal Jorge Urosa Savino, al culminar una misa que presidió este domingo 13 de agosto, en la Catedral Metropolitana de Caracas, con motivo de cumplirse 150 años de consagración de la Iglesia Primada de Venezuela.
“Yo – y estoy seguro, todos los Obispos venezolanos – rechazo toda injerencia militar extranjera, como la cubana, presente desde hace algún tiempo en Venezuela, y no estoy de acuerdo con la amenaza de una opción militar”, acentuó el Purpurado ante la idea planteada por Trump.
Con ello, el arzobispo de Caracas, se sumó al grupo de líderes nacionales e internacionales que han rechazado públicamente cualquier posibilidad de intervención militar extranjera en Venezuela.
No obstante, Urosa considera que “la crisis social, política y económica es cada vez más grave; tanto, que da pie para que alguien piense en una opción militar”. Consideró: “Somos los venezolanos, y en especial el Gobierno que la ha creado, los que tenemos que resolver la crisis actual”.
Urosa arribará este 15 de agosto a 50 años de vida sacerdotal. Por tal motivo, para el próximo sábado 19, los obispos venezolanos y la feligresía de Caracas, lo acompañarán en el Gimnasio “Papá” Carrillo de esta ciudad, donde participarán de una misa para darle gracias a Dios por este acontecimiento.
La “opción militar” de Trump
Por primera vez, Donald Trump, amagó el viernes 11 de agosto, con utilizar la fuerza militar como una “opción” contra el Gobierno de Nicolás Maduro, con el cual está enfrentado diplomáticamente desde que asumió la presidencia de Estados Unidos.
“Tenemos muchas opciones para Venezuela, incluida una posible opción militar si es necesario”, dijo Trump, acompañado de su secretario de Estado, Rex Tillerson; la embajadora ante la ONU, Nikki Haley; y el asesor Herbert Raymond McMaster.
“Tenemos tropas por todo el mundo, en lugares muy, muy alejados. Venezuela no está muy lejos y la gente está sufriendo y están muriendo”, agregó el presidente, asegurando que el país suramericano está sumido en un “lío muy peligroso”.
Las declaraciones llegaron días después de calificar a Maduro como un “dictador”. Esta consideración de gobierno al margen de la democracia encontró eco en países como Perú que suspendió relaciones con Venezuela, y en Colombia, cuyos vaivenes diplomáticos son comunes entre estos países que comparten una misma frontera.
Rex Tillerson reconoció que EEUU está “evaluando todas las opciones políticas” para “crear un cambio de condiciones” en Venezuela. El funcionario llegó a plantear: “O bien Maduro decide que no tiene futuro y quiera marcharse por voluntad propia o logramos que el Gobierno revierta sus procesos y regrese a su Constitución”, dijo.
Nadie quiere intervención
Por otra parte, la amenaza de Donald Trump no ha caído bien entre los países de la región: Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, Bolivia y México, así como países del Caribe. Aunque la mayoría de estos considera necesaria la salida y mantienen fricciones con el Gobierno de Maduro; son unánimes en promover la vía electoral y el diálogo entre las partes para solucionar el conflicto. Coinciden en rechazan la “opción militar”.
De hecho, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, solicitó desechar esta posibilidad al vicepresidente de Estado Unidos, Mike Pence, con quien se reunió este domingo 13 de agosto como parte de la gira que el norteamericano realiza en la región.
“Le expresé al vicepresidente Pence que la posibilidad de una intervención militar no debe ser contemplada. Ni Colombia ni América Latina, desde el sur del Rio Grande hasta la Patagonia, podrían estar de acuerdo”, afirmó Santos.
Luego de las conversaciones, Pence suavizó la propuesta de Trump, alegando que Estados Unidos quiere una “solución pacífica”. Pero enfatizó que “Venezuela está camino a la dictadura y como dijo el presidente Trump, Estados Unidos no va a quedarse quieto. Vamos a seguir trabajando con las naciones del hemisferio hasta que se restaure la democracia para el pueblo venezolano”, aseguró en Colombia.