Mi alimentación es el combustible que necesito como madre trabajadora
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Esta mañana me desperté a las 5 a.m. sin necesidad de ninguna alarma más que la de mi cabeza diciendo “tengo que dejar algunas tareas hechas antes de que se despierten los niños”. Una hora antes de que mis hijos abran los ojos me da tiempo para responder a correos electrónicos, escribir planes de comidas y más mientras mi cabeza está despejada y no dando vueltas con la lista diaria de tareas.
Esta mañana quería dejar una hora de trabajo hecha, dos cargas de colada puestas, ducharme, hacer, servir y comer el desayuno (aunque no limpiarlo) y los almuerzos listos para llevar: todo antes de las 7:15 a.m. Y Dios es testigo de que lo hice.
Esta mañana, como todas las mañanas, recé. Pedí a Jesús que me acompañara durante el día y tomé la decisión consciente de rendir mi voluntad a la Suya. Hoy en realidad sentí más bien que estaba suplicándole que me ayudara a hacer más de lo humanamente posible en 24 horas y poder seguir viviendo “en el momento” con mis hijos. Es un trato difícil, porque el Gran Tipo parece disfrutar lanzándome pelotas con efecto. Es como si me dijera oh, ¿pensabas que te iba a allanar el camino a tu paso? En realidad hoy intento hacerte mejor persona, más paciente y más sabia. Ah, vale.
La gente a menudo me pregunta de dónde saco la autodisciplina para levantarme temprano, hacer muchos de mis quehaceres diarios y no salirme del plan de comidas y ejercicio. Hace ya unos 10 años que empecé este viaje, así que es difícil remontarme a recordar cómo hacía las cosas antes de tener hijos, pero estoy dispuesta a apostar que era en gran parte por vanidad.
Ni tiempo para mirarme al espejo
Incluso como devota cristiana, siempre me esforzaba por “aparentar” buen aspecto y, sinceramente, era una actitud egoísta y efímera. Una vez lograba mi objetivo, estoy segura de que no me satisfacía. Estos días, con cuatro hijos con menos de siete años y mi propio negocio, tengo suerte si me miro al espejo unas pocas veces a la semana. ¡La única forma que tengo de recordar si me he lavado los dientes es comprobar si el cepillo está húmedo! Los tiempos han cambiado y mi motivación está centrada en la sensatez y la prosperidad, no en la simple supervivencia.
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Sé con certeza que tú también puedes prosperar. Puedes estar presente con tus hijos y lograr hacer mucho de tu propia lista de cosas que hacer. De verdad es posible que todos nosotros nos sintamos mejor con nosotros mismos y hagamos mejor uso de nuestro tiempo.
Como nutricionista y madre, la comida es el 100% de mi combustible para mi actividad diaria, tanto mental como física. Estoy bastante segura de que siempre agoto mi capacidad mental antes de la física, así que es extremadamente vital para mí mantenerme centrada. Tengo al menos 100 preguntas muy importantes que me plantean mis hijos todos los días, y quizás más de mis clientes.
Necesito y quiero desesperadamente sentirme tan estupenda como pueda en todo momento. Así que aquí está el plan de alimentación que trato de seguir todos los días para vivir conforme a lo que predico:
Plan alimenticio diario de Cara:
Levantarme y beber 600 ml de agua inmediatamente.
Desayuno: dos huevos revueltos con un cuarto de aguacate, un cuarto de tomate Roma, pimientos variados, acompañado de medio pomelo y una pequeña tostada de pan de masa madre. También tomo con el desayuno probióticos y un complejo de vitaminas D, C y B.
Aperitivo: smoothie con medio plátano congelado, ½ taza de bayas variadas, ½ taza de ruibarbo congelado, un puñado de espinacas, ¼ taza de avena, 1 cucharadita de polvo de maca, 1 cucharadita de vainilla, 1 cucharada de semillas de cáñamo, 1 cucharada de mantequilla de almendras.
Almuerzo: power bowl con 1 taza de col en tiras, 1 taza de mezcla de lechugas, zanahorias en tiras, pepino, garbanzos, quínoa, verduras fermentadas y semillas de girasol.
Aperitivo: manzana y mantequilla de cacahuete con especias de tarta de calabaza.
Cena: 140 g de salmón, asado de coles de Bruselas, pimientos, cebollas y patata dulce.
A lo largo del día: al menos 2 litros más de agua e, idealmente, 45 minutos de ejercicio, aunque sea saltando en el trampolín con los niños.
La vida diaria va mucho mejor cuando te sientes bien y tienes más energía. ¿Hay mejor motivación que esa?