La iniciativa Breakthrough Thailand, dirigida por dos mujeres, ofrece esperanza cuando el comercio sexual parece la única opción
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El problema de la explotación sexual en Tailandia es una vieja historia que no deja de repetirse: chicas y chicos jóvenes salen de la pobreza de la Tailandia rural buscando el dinero “fácil” de los barrios de prostitución, y el ciclo continúa de generación en generación.
Mientras trabajan en bares de este tipo de barrios, las jóvenes a menudo quedan embarazadas, abandonan a sus hijos para que prácticamente se críen ellos mismos en los pueblos y luego esos niños crecen para encaminarse de vuelta a las ciudades para trabajar también en la industria del sexo.
Cori Wittman y Benjamas Phaypromnuek, cofundadoras de Breakthrough Thailand, trabajan para romper ese bucle ofreciendo el apoyo y las oportunidades que necesitan los jóvenes para que no sucumban a la presión de dejar sus pueblos para ganar dinero en los bares.
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Orientando a las familias, invirtiendo en educación y ofreciendo oportunidades económicas alternativas, Breakthrough Thailand confía en romper el ciclo y cumplir el potencial de las personas.
Muchos tailandeses no terminan el instituto debido a la presión para sostener sus familias, así que una parte clave de la misión de Breakthrough Thailand es ayudar a que los jóvenes terminen sus estudios y mostrarles un camino alternativo hacia un futuro próspero.
Salir adelante de forma digna
La organización ofrece educación residencial y formación en liderazgo para chicas adolescentes en situación de riesgo, formación para profesorado, actividades educacionales suplementarias y ocio seguro para jóvenes del medio rural. Con el esfuerzo por fomentar el desarrollo económico en los pueblos y ofrecer apoyo para mantener unidas a las familias, dan a los jóvenes una oportunidad para salir adelante de forma digna.
Wittman, cofundadora de Breakthrough Thailand, afirma que ver florecer a los jóvenes con quienes trabaja es una labor gratificante.
“Me crié en una granja. Siempre me ha apasionado ver crecer las cosas. Me crié en una granja, así que eso era parte de mi educación”, declara Wittman. “[Con el tiempo] me empecé a dar cuenta de lo que me apasiona ver crecer a las personas. Es lo que hace que me levante por las mañanas”.
