Han sido unas cuantas las “heroínas” que sin el prefijo “super” han desfilado ante el proyector durante el pasado S. XX
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La israelí Gal Gadot ha encarnado en la gran pantalla a un personaje tan fantástico como divino en “Wonder Woman” (Patty Jenkins, 2017), dotando a su interpretación de fuerza, humor, gracia, sensibilidad e inteligencia en las adecuadas proporciones para que podamos afirmar que se ha conseguido la primera gran película de superhéroes donde el protagonismo por fin recae sobre una mujer.
Pero antes de la llegada de Diana de Themiscira han sido unas cuantas las “heroínas” que sin el prefijo “super” han desfilado ante el proyector durante el pasado S. XX.
“Lo que el viento se llevó (Victor Fleming, George Cukor, Sam Wood, 1939)
Vivien Leigh recogió todo el legado sureño, indómito y arrojado, marcando con sus ojos y su gesto las frases lapidarias de Escarlata O´hara (“juro que jamás volveré a pasar hambre”) la reacción ante la adversidad en tiempos implacables.
“La costilla de Adán” (George Cukor, 1949)
Katherine Hepburn defendía dentro y fuera del tribunal su criterio, su independencia y su convencimiento valiéndose de su carácter indomable frente a Spencer Tracy, su pareja dentro y fuera de la pantalla, dentro y fuera de la ficticia sala de juicios.
“Desayuno con diamantes (Blake Edwards, 1961)
Inmortal, sofisticada, independiente, libre… Holly Golightly (Audrey Hepburn) ha influido en generaciones de mujeres que han admirado su estilo y su estética, convertidos en un icono tanto visual como de modo de afrontar la vida.
“Mary Poppins” (Robert Stevenson, 1964)
“Prácticamente perfecta” era el resultado de medir a la inolvidable Julie Andrews y constatar que era la institutriz más adecuada para educar, formar, divertir y forjar el carácter de dos niños que accedían tanto a mundos de agradable fantasía como a las verdades del funcionamiento del sistema bancario.
“Star Wars” (varias películas, 1977-2018)
Desde la reina Amidala (Natalie Portman) a Rey (Daisy Ridley) pasando por la princesa Leia (lloremos la pérdida de Carrie Fisher) la Saga Galáctica ha sabido poner frente al mal a distintos tipos de mujer que han combinado la fuerza, la ausencia de miedo y la lucha por la paz y la justicia con la belleza y la sensibilidad. A destacar frases como “así es como muere la democracia, en medio de un estruendoso aplauso” (Amidala)
Saga “Alien” (varias películas, 1979-2017)
Quizá el más destacado aggiornamiento del perfil de mujer dura, la teniente Ripley (Sigourney Weaver) ha transitado varias entregas en las que luchar contra una de las criaturas más terroríficas, despiadadas y letales de la gran pantalla, demostrando que si el hombre puede ser duro y resolutivo en determinadas circunstancias críticas la mujer puede serlo aún más.
Saga “Terminator” (varias películas, 1984-2015)
Sarah Connor (Linda Hamilton en la mayoría de los títulos) recogió el testigo de la teniente Ripley como dura por antonomasia, luchando contra la máquina de matar que venía del futuro para acabar con su hijo aún ni siquiera concebido (en la primera película).
“Thelma y Louise” (Ridley Scott, 1991)
Susan Sarandon reforzaba en su huida al personaje interpretado por , en un recorrido por el sometimiento al “macho” que se perdía hasta encontrar la única salida de la huida final hacia el vacío y el fundido en blanco.
“El silencio de los corderos” (Jonathan Demme, 1991)
Oscar para Jodie Foster por dotar a la novata agente del FBI Clarice Sterling de la resistencia suficiente como para desnudar su alma frente al monumental doctor Hannibal Lecter (oscarizado también Anthony Hopkins) y sobrevivir, mantener su integridad y capturar al malo de la película.
“Tomates verdes fritos” (Jon Avnet, 1991)
Que el ámbito rural no se excusa para no luchar por la independencia y la propia identidad de una mujer (Mary Stuart Masterson/Jessica Tandy) que en su senectud rememora su pasado constituyendo la inspiración para otra mujer (Kathy Bates) abatida por la sensación de inutilidad de su vida.
“Erin Brokovich” (Steven Soderbergh, 2000)
Julia Roberts asumía desparpajo y firmeza en la búsqueda de la libertad, la defensa de lo que creía justo y la lucha contra todo y contra todos.