Guzmán Carriquiry: El Pontífice llevará un mensaje de reconciliación, de justicia y de misericordia. “Demos el primer paso”
Para ayudar a Aleteia a continuar su misión, haga una donación. De este modo, el futuro de Aleteia será también el suyo.
El papa Francisco llega tras los acuerdos de paz firmados por el presidente colombiano, Juan Manual Santos, y los guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), pero “no se puede instrumentalizar políticamente la visita porque se caería en el absurdo”, explicó el vicepresidente de la Pontificia Comisión para América Latina, Guzmán Carriquiry.
Una semana es la medida ideal de un viaje papal. Los colaboradores del Papa le pidieron que además de Colombia (6-11 septiembre 2017) agregara otra meta. Por ejemplo, Perú debido a la calamidad de las lluvias.
El Papa dijo: ‘¡No!’. “El viaje a Colombia es importante, desafiante no solamente desde el punto de vista físico, sino espiritual”, según el profesor uruguayo Carriquiry en un encuentro con la prensa internacional organizado por Aleteia en Roma.
Carriquiry sostuvo que se trata de una visita pastoral “única y transcendente respecto a otros viajes”. “Encontrar el pueblo colombiano es el objetivo”.
Un evento que será seguido “paso por paso por todas las cancillerías de América Latina” y tendrá eco en los medios de comunicación internacionales.
Subrayó que el Papa llevará un mensaje de reconciliación, de justicia y de misericordia, además considerando que el acuerdo de paz ha producido una gran “polarización política” y a varios niveles.
Es obvio, que existan diversas sensibilidades de este acuerdo de Paz entre los obispos. Sin embargo, “los obispos han encontrado una línea común donde se subraya la importancia de la pacificación del país”.
La visita del Sucesor de Pedro es un motivo de unidad para el clero y los colombianos; el fin es la “reconciliación” de la nación después de más de 50 años del conflicto armado.
Así indicó que el colombiano es “un pueblo con un gran dinamismo y capacidad” y la “bienvenida al Santo Padre será extraordinaria y plena de esperanza”.
De manera tal, que se necesita reaccionar a la “cultura de la violencia”, erradicarla, convertirla a través “de la educación y de los acuerdos”. “Los que asesinan a veces tienen una imagen de la Virgen María en el cuello o un rosario”, lamentó.
La Iglesia colombiana y sus pastores “enfrentan todos los problemas desde la pacificación hasta la integración”, remarcó.
Por ello, recuerda de manera especial la etapa de Francisco a la ciudad de Villavicencio (a 124 km de Bogotá) donde se realizará el esperado encuentro con las víctimas que han sufrido la violencia y que podría incluir a “ex guerrilleros de las FARC y paramilitares”.
“Las víctimas con un corazón inmenso son los primeros en el diálogo”. El pontífice tendrá palabras para ellos: “Misericordia, perdón, verdad y justicia”. Un todo que no puede ser “separado o contrapuesto”.
“La Iglesia colombiana tiene la tremenda posibilidad de ofrecer una contribución original para sostener los acuerdos de paz, sino de ir a fondo en la verdadera refundación espiritual y social hacía un proceso de pacificación” de la nación.
La misericordia significa también arrepentimiento y perdón, lo que también requiere una “amnistía” dentro del marco de la “justicia” y la “verdad”, comentó. Así como se ha verificado en el éxito del cierre de otros conflictos armados en el continente.
“El Papa hablará muy fuerte del problema de la droga, de la comercialización, del narcotráfico”. La droga influye en varias instancias de la vida social y, en especial, se refirió a la “multitud de jóvenes que no trabajan y no estudian y encuentran una fuente de ingreso” en ese negocio ilícito.
En este contexto, el obispo de Roma se encontrará con 75 obispos del continente debido a la presencia del CELAM (Conferencia Episcopal Latinoamericana) que tiene sede en Bogotá, para abordar la actual situación de la región.
Al respecto, “en América Latina estamos viviendo momentos largos de violencia y de corrupción que envenenan el tejido social”, explicó.
“El riesgo es vivir una regresión social”, que deje atrás “el periodo de vacas gordas durado diez años en América Latina y los altos índices de crecimiento que han hecho que saliesen de la pobreza millones de latinoamericanos”.
Además, destacó algunos detalles del itinerario del Papa en Colombia que prevé cuatro ciudades: Bogotá, Villavicencio, Medellín y Cartagena.
Al parecer Francisco no visitará una cárcel como acostumbra, no presidirá alguna ceremonia de beatificación y le dará prioridad saludando las obras sociales que realiza la Iglesia en Colombia.
Subrayó que en la capital colombiana se tocarán temas como la defensa de la vida, la bendición a los jóvenes frente al palacio arzobispal y la multitudinaria misa que presidirá en el parque Simón Bolivar con capacidad para un millón de personas.
El Papa saludará a los dirigentes políticos en la Casa de Nariño, allí se encontrará con Juan Manuel Santos y la familia presidencial, mientras que el ex presidente Alvaro Uribe, líder del principal partido de oposición, podría estrechar la mano de Bergoglio junto a otros líderes y será libre de participar en la misa. “No creo que haya encuentros personales”, afirmó Carriquiry.
La etapa a Villavicencio es una novedad respecto a otros viajes papales (Pablo VI en 1968, Juan Pablo II en 1986); ciudad capital del departamento del Meta que mira hacía los Llanos Orientales y limita al norte y el este con Venezuela. La tercera parte del territorio corresponde a la zona selvática amazónica. Allí, Francisco tocará también el tema de la “ecología” y enviaría un mensaje a los venezolanos, indicó Carriquiry.
El tercer momento, Medellín, ciudad de larga tradición católica; el tema serán las vocaciones y las familias.
La justicia social abarcará la temática en Cartagena, ciudad prospera, pero con barrios muy pobres y sitios de lujo. Tierra de misión de San Pedro Claver, jesuita como el Papa, que se hizo “esclavo de los negros”, para aliviar el sufrimiento de los esclavos del puerto. El Papa subrayará “la opción preferencial por los pobres, visitará obras sociales y un barrio pobre”, comentó Guzmán Carriquiry.
Acuerdo de Paz
Tras cuatro años de diálogos en Cuba entre el gobierno de Santos y las FARC, en febrero de 2017 se ha aprobado el proyecto de Ley en el Congreso para implementar los acuerdos de paz de La Habana, firmados en Bogotá el pasado 24 de noviembre.
El 1 de junio 2017, las FARC iniciaron la entrega de armas que debería terminar al final del mes, además se llevará a cabo la liberación de 1.200 guerrilleros amnistiados.