Entre los blancos mármoles de las monumentales fuentes, los colores cálidos de los edificios y las numerosas ventanas que se abren en ellos, la vastedad de Piazza Navona, no es fácil darse cuenta de la presencia de esta “Virgencita”, que de otra forma sobresaldría sin duda. La edicola sacra o nicho se encuentra en el lado norte de la plaza, a la altura del primer piso del número 50, arriba de una heladería, a pocos pasos de la Fuente de Neptuno. Se trata de un fresco de la Virgen con el Niño que bendice.
La imagen, protegida por vidrio, está dentro de un marco barroco de piedra con motivos de espiral. En la cartela que está encima de la imagen se lee el título de “Abogada nuestra“, y en la de abajo “Ora pro nobis“. Todo el conjunto está coronado por un baldaquino de madera, que la resguarda, y una delgada lámpara se eleva hasta colocarse frente a la imagen. En el pasado, la imagen estaba rodeada de votivos, que fueron quitados con motivo de su restauración.
Esta edicola o nicho ha pasado por muchos acontecimientos y épocas históricas. La imagen de la Virgen se remonta a finales del siglo XVII, mientras que los edificios que encierran Piazza Navona en los alrededores del célebre “passetto delle Cinque Lune” se remontan a mediados del siglo XX. Esto se debe al hecho que en 1936 los anteriores edificios fueron derrumbados para abrir una nueva calle. Incluso la edicola corrió el riesgo de desaparecer, si no fuera porque los trabajos no fueron terminados y se decidió reconstruir los edificios demolidos, con el mismo estilo.
Hoy celebramos a...