Aparecen propuestas de soluciones habitacionales y los indígenas empiezan a mirar el futuro de otra manera
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“Queremos llegar a todos los pueblos indígenas del departamento con viviendas gratis, queremos que la mano del Estado llegue a estas comunidades”
Así se expresó Luis Pérez Gutiérrez, gobernador del municipio de Dabeiba, en diálogo con El Colombiano, quien al mismo tiempo reconoció que esta iniciativa representa de alguna manera una oportunidad para que estos grupos puedan empezar a salir adelante y también dejar atrás los dolores del pasado, cargados de violencia, desplazamientos y muertes.
Efectivamente, más de 1.400 familias indígenas pertenecientes a diferentes comunidades de los departamentos de Antioquia y Córdoba estuvieron siendo ayudadas con el tema de sus viviendas. En el caso de Debeiba, por ejemplo, recientemente fueron entregadas más de 60 viviendas para el resguardo indígena Narikizabi, además de otras construcciones como un puesto de salud o una escuela.
Para lograr el objetivo de mejoras habitacionales para los indígenas en Colombia fue fundamental la colaboración del Ejército, quien a través de varios equipos distribuidos por todo el país han estado al frente de estas construcciones.
Jorge Salgado, comandante de la Séptima División del Ejército, responsable de varias intervenciones de este tipo en estas comunidades, se mostró satisfecho de que puedan ser “vehículo para que gocen con sus nuevas viviendas, vías, centros de salud, colegios y casas de gobierno”, tal cual contó a El Colombiano.
Desde las comunidades indígenas beneficiadas se saludó la iniciativa. “La comunidad se sentía sin apoyo del Estado, ahora el Gobierno y la Fuerza Pública nos están dando ayudas para muchas comunidades. Las casas que antes tenían un techo de cartón, ahora cuentan con tejas, madera y espacio para todas las familias, el cambio es radical”, dijo a ese medio Misael Domicó, representante legal de las comunidades indígenas en Debeiba.
Y esta iniciativa también colaborada a aumentar el sentido de pertenencia de estas comunidades para con su territorio gracias al respeto de sus costumbres y tradiciones.
Aún falta mucho –en temas de salud y educación, por ejemplo- para que verdaderamente este grupo en Colombia pueda encontrar la paz de forma definitiva. La propia Organización Indígena de Colombia expresó que muchos resguardos indígenas siguen amenazados tanto por grupos armados, como por criminales o el ELN en lugares como Chocó, Norte Santander, entre otros.
Pero al menos, el hecho de empezar a dejar de preocuparse por los posibles ataques y poner la mirada en el futuro representa un gran paso para este grupo social tan relegado, por ende, una buena manera que permite avizorar que el posconflicto les está cambiando la vida.