Tras la misa en Fátima, el papa Francisco bendijo a los enfermos peregrinos instándolos a considerar su existencia como un “regalo” y un “tesoro precioso para la Iglesia”.
Francisco recordó a los pastorcitos que murieron prematuramente, a breve edad, enfermos de fiebre española, y con grandes sufrimientos en el año 1919 y 1920.
“Jesús sabe lo que significa el sufrimiento”, dijo el Pontífice a los enfermos después de la eucaristía. “Él nos entiende, nos consuela y nos da fuerza”, agregó, como lo hizo con los Santos Francisco y Jacinta Marto. “Este es el misterio de la Iglesia”, exclamó el Papa este sábado 13 de mayo de 2017.
De hecho, el niño santo, Francisco, durante su enfermedad tuvo una vida espiritual única y realizó penitencia – decía – para “consolar al Señor”.
Jacinta también padeció una enfermedad larga y dolorosa. Ella ofreció su sufrimiento para la conversión de los pecadores y para la paz en el mundo y encomendar al ‘Santo Padre’.
El papa Francisco insistió en que la presencia “silenciosa” de ayuda a los enfermos y “la oración” es más elocuente que muchas palabras, pidiéndoles concretamente “el ofrecimiento diario de sus sufrimientos unidos a los de Cristo crucificado”, un ofrecimiento “por la salvación del mundo”, incluso en “la aceptación paciente” e “incluso alegre” en su condición.
Francisco se dirigió a los enfermos luego de llevar en procesión el Santísimo Sacramento. El lugar fue significativo, la misa en el santuario que congregó a casi 500.000 personas – según datos del Vaticano – y el rito de canonización de dos niños que enfermos elevaron sus sufrimientos en honor a Dios y a la paz del mundo.
Sucesivamente, los obispos de Portugal invitaron a almorzar al Sucesor de Pedro en la Casa N.S do Carmo. La ceremonia de saludo final se realizó en la base aérea de Monte Real. Se calcula que el Papa llegará en avión al aeropuerto de Ciampino a las siete de la tarde. De esta forma, concluyó el 19º viaje apostólico de Francisco.
Hoy celebramos a...