Mientras el Celam creó una comisión que estudiará las violaciones de los derechos humanos, la Iglesia en Venezuela está en la calle
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Este 10 de mayo se cumplieron 40 días en los que en Venezuela ha reinado la violencia. El balance es muy duro: más de 40 personas fallecidas como consecuencia de la represión generada por el Gobierno del presidente Nicolás Maduro, 1991 ciudadanos arrestados y 653 aún se mantienen en prisión por exigir más democracia. Durante estos días, el tono ha sido el mismo: violencia y represión de parte del oficialismo; muertos, heridos y detenidos del lado opositor.
Pero las marchas convocadas por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) como parte de su estrategia de resistencia al Gobierno de Maduro, no han dejado de contar entre los manifestantes con grupos de sacerdotes, religiosas y laicos católicos que oran, rezan y cantan a Dios, mientras gritan sus consignas en favor de la democracia y la libertad como lo hace la gran mayoría.
Estos hombres y mujeres no solo han sufrido en carne propia los efectos de las bombas lacrimógenas también llevan consuelo por las muertes o detenciones de familiares y amigos que han caído bajo la represión del régimen. Como el resto de ciudadanos no han logrado llegar a la Defensoría del Pueblo, al Consejo Nacional Electoral y el Tribunal Supremo de Justicia para pedir unas elecciones generales que pudieran resolver el conflicto. La iglesia está en la calle.
¿Qué más ha hecho la Iglesia?
Especialmente, la Iglesia ha sido muy crítica de la propuesta de Maduro de convocar a una Asamblea Nacional Constituyente. El petitorio de los obispos el pasado 5 de mayo fue contundente: “No reformar la Constitución, sino cumplirla”. En ese sentido, ha sido consecuente con su misión de fomentar la hermandad y la solidaridad entre los hombres, denunciado, además, las características de un Gobierno que se aleja cada vez más de las leyes.
Los sacerdotes y obispos, religiosos, religiosas y laicos venezolanos han hecho lo que como iglesia tienen que hacer: acompañar al pueblo en sus exigencias por la democracia y la libertad; desarrollar planes de contingencia para ayudar a los más necesitados en medio de la crisis humanitaria; y orar ante Dios, clamando para que el conflicto se resuelva sin violencia.
En efecto, una de las actividades que cumple la iglesia a pesar de la dura realidad es la campaña compartir entre los más necesitados con el programa: “Ollas Comunitarias” que Cáritas de Venezuela promueve en todo el país junto a sus similares diocesanas y parroquiales cuyos números cada vez son mayores. Simultáneamente, la iglesia lleva asistencia médica, entrega insumos alimenticios y medicamentos en lugares de difícil acceso, don la gente vive condiciones peores a las de la ciudad.
Oración por Venezuela
La Iglesia ha sido el motor de la fe y la esperanza en medio de ese pueblo que transita momentos muy dolorosos. La oración ha sido la vía para reforzar el deseo de volver a ser un país en el que todos se vean con normalidad, con afecto y se reencuentren. “Este es un momento en el cual necesariamente debemos fijar nuestra mirada en el Dios de la Vida y de la Paz”, dicen los obispos.
Como parte del comunicado en el que rechazaron la “Constituyente de Maduro”, también invitaron a todas las parroquias y comunidades a organizar una Jornada de Oración por la Paz de Venezuela, el próximo domingo 21 de mayo. El objetivo: “por el cese de la violencia, la represión oficial y por la búsqueda de caminos para el entendimiento y la reconciliación que tanto necesitamos”.
El cardenal Jorge Urosa Savino ratificó la invitación a debido a que los venezolanos “tenemos que pedirle mucho a Dios porque actualmente hay muchos problemas: el hambre, desabastecimiento, violencia, saqueos y falta de medicamentos”. Especialmente habló del problema político, que en Venezuela tiene que resolverse: “el acatamiento y obediencia a la Constitución, que no haya nada que vaya en contra de la Constitución”, manifestó esta semana.
El CELAM preocupado Venezuela
En el marco de la de la XXXVI asamblea general de la Conferencia Episcopal Latinoamericana-CELAM- que se desarrolla del 9 al 12 de mayo en El Salvador, se creó una comisión para estudiar lo que está ocurriendo en Venezuela, especialmente en materia de la violación de los derechos humanos.
La comisión estará presidida por el cardenal Leopoldo Brenes, arzobispo de Managua (Nicaragua) y entre sus integrantes se encuentra monseñor Diego Rafael Padrón Sánchez, arzobispo de Cumana (Venezuela); monseñor Elkin Fernando Álvarez, obispo auxiliar de Medellin (Colombia); monseñor Edmundo Valenzuela, arzobispo de Asunción (Paraguay) y Elvy Monzat, del departamento justicia y solidaridad del CELAM. No se descarta que esta comisión visite a Venezuela en los próximos días.